¿Qué son los humedales y por qué es importante que una ley los proteja?

Brenda Austin, diputada nacional por Córdoba (UCR) y una de las autoras -junto a Ximena García y Gustavo Menna- de uno de los varios proyectos legislativos al respecto, nos ayuda a entender la relevancia de un tema que prontamente se discutirá nuevamente en el Congreso Nacional.

Se está hablando mucho de los humedales últimamente y de la llamada "Ley de Humedales". Pero, ¿qué son los humedales, por qué son importantes y por qué se necesita una ley que los proteja?. ¿Qué relación tienen con los incendios en el Delta del Paraná?

Los humedales son regiones de una enorme riqueza en términos biológicos, se estima que el 40% de las especies del mundo habita o se cría en los humedales. Son ecosistemas interiores, costeros o marinos, que pueden ser naturales o artificiales, permanentes o temporales, caracterizados por áreas que se inundan temporariamente. El agua puede provenir del mar, de ríos, de lluvias o de napas subterráneas. Dependiendo de su origen, es justamente el agua la que define las características físicas y geográficas de un humedal, la vegetación que habrá en él y la fauna que lo habitará.

"El primer gran debate que vamos a tener en el Congreso tiene que ver con cómo los definimos y por lo tanto hasta dónde extendemos los marcos de protección", explica Austin.

Además de ser hábitats propicios para la biodiversidad, los humedales regulan los flujos de agua dulce y almacenan más carbono que ningún otro ecosistema, siendo por lo tanto cruciales para la mitigación del cambio climático. Sus suelos funcionan como filtros que dejan pasar o retienen contaminantes y nutrientes y son muy importantes para amortiguar inundaciones y controlar crecidas.

Es esa abundancia en biodiversidad la que hace que los humedales sean también áreas de un valor social, cultural y económico de grandísimas dimensiones. Son áreas que brindan posibilidades de desarrollo productivo, de recreación y turismo, y son asimismo territorios que proveen alimentos y materiales de construcción. 

"Gran parte de las actividades ganaderas y agrícolas del país se desarrollan en los humedales", sostiene la diputada nacional por Córdoba, y agrega: "La razón por la que ha sido tan difícil pensar en un marco protectorio es por la capacidad productiva que tienen. Es el uso excesivo de estas actividades de producción lo que hace que algunos estén en peligro".

Los humedales ocupan entre el 5% y el 8% de la superficie terrestre. En 2015, la segunda Conferencia de Partes de la Convención sobre los Humedales advirtió que su extensión global había disminuido entre un 64% y un 71% durante el siglo XX. En Argentina, según cartografía de suelo, se estima que abarcan alrededor de 600.000 km², cerca del 21.5% del territorio. "Indudablemente Argentina tiene un territorio enormemente rico en biodiversidad y ésa es una razón más para trabajar en un marco protectorio", asevera Austin.

La postergada ley

En el 2013 la Cámara de Senadores logró una media sanción en una ley de humedales, pero dos años después perdió estado parlamentario en Diputados. "Es una deuda del Congreso y en particular de la Cámara de Diputados. Por alguna razón en aquel momento no se lograron los consensos necesarios para convertirlos en ley. Tenemos además compromisos internacionales que nuestro país tiene que cumplir", afirma Austin.

El objetivo de la ley no es solamente velar por la conservación de los humedales y su vida silvestre. Según explica la diputada nacional, "la ley tiene que integrar los tres aspectos que están presentes cuando hablamos de desarrollo sostenible: la protección del ambiente y las sostenibilidad social y económica. Hay poblaciones que han convivido siempre con el entorno de los humedales y el desafío que tenemos es pensar una legislación que contemple esta integralidad".

Los diputados Ximena García, Gustavo Menna y Brenda Austin presentaron un proyecto de ley con el objetivo de establecer presupuestos mínimos de protección y conservación, que permitan el uso racional y sostenible de los humedales. La ley plantea la necesidad de fijar un criterio que permita primeramente definir qué es un humedal. 

"Está claro que si adoptamos un criterio amplio, lo que implicaría definir como humedales a casi el 23% del territorio nacional, sería imposible inmovilizar todas las actividades productivas. Eso nos obliga entonces a legislar sobre qué definimos como humedal, qué actividades pueden realizarse y cuáles no, y en qué regiones", detalla Austin.

Existen ocho distintos proyectos de ley que se tratarán pronto en el Congreso ahora que está resuelta la dinámica del funcionamiento parlamentario. "No creo que nos pongamos 100% de acuerdo, pero al menos iremos avanzando", declara la diputada nacional.

Consultada acerca de la relación que los incendios recientes en el Delta del Paraná guardan con los humedales, Austin aclara que si bien estos episodios han instalado el tema de los humedales en la agenda nacional, el hecho de que estén en peligro va mucho más allá de las quemas. 

"Posiblemente sea cierto que aun sancionando una ley de humedales no detengamos los incendios. Si no cambiamos muchas prácticas y no reforzamos los mecanismos de cuidado y protección, esto no se soluciona", advirtió. Austin añadió además que este problema excede a lo que involucra a los humedales, que tiene que ver en algunos casos con prácticas agrícolas y en otros con la intención de transformar regiones silvestres en regiones urbanizadas. 

"Es importante separar la discusión de los incendios y qué hay que hacer para tratar de construir respuestas sólidas frente a esta dificultad, de la necesidad de sancionar una ley de presupuestos mínimos de protección de los humedales", concluyó.

El artículo 41 de la Constitución Nacional habla del derecho de los habitantes de gozar de un ambiente sano y del deber de preservarlo. "A lo largo y a lo ancho de la Argentina nos encontramos con un montón de humedales. Es un mandato y una obligación del Congreso de la Nación protegerlos", sentenció finalmente Austin.