Chile aumentará un 70% su producción de energía eólica en un año
Los vientos de sus extremos norte y sur le brindan una oportunidad para no dejar pasar.
¿Cómo hará Chile para cumplir en apenas doce meses su promesa de aumentar la capacidad eólica instalada en casi un 70%? De acuerdo al cronograma oficial, hacia agosto del 2021 debieran entrar en funcionamiento 1499 MW eólicos, que se sumarán a los más de 2200 MW hoy existentes.
Hasta el momento, el país andino cuenta con 37 centrales de aerogeneradores que entregan energía limpia al Sistema Eléctrico Nacional. En apenas un año habra casi 60 parques en pleno funcionamiento gracias a la incorporación de varios puntos estratégicos en los extremos Norte y Sur de su particular geografía.
A noviembre de 2019, Chile tenía una una capacidad instalada de 25.248 MW. El 48,3% de la capacidad instalada corresponde a fuentes renovables (27,0% hidráulica; 10,8% solar; 8,6% eólico; 1,8% biomasa; y 0,2% geotérmica) mientras que el 51,7% corresponde a fuentes térmicas (21,2% carbón, 19,2% gas natural y 11,4% petróleo)
Se trata de una verdadera explosión sin precedentes en el continente.
Chile cuenta con una excepcional capacidad de vientos, de acuerdo al Atlas Eólico diseñado por el Ministerio de Energía Nacional. Los puntos más altos de generación se dan en los dos extremos del país, ya que en ambas geografìas la velocidad de vientos superan los nueve metros por segundo.
Las primeras instalaciones son recientes, se remontan al principio del siglo. En pocos años Chile llegó al podio latinoamericano, solamente superada por dos gigantes americanos: Brasil y México.
En los últimos 20 años, la matriz energética chilena presenta un incremento sostenido en la generación basada en recursos renovables y una simultánea disminución del volumen de energía producida a partir de fuentes convencionales, como el carbón.
El gas natural, recurso abundante en la zona, es considerado por algunos especialistas como el combustible de transición, que será reemplazado paulatinamente por las energías limpias.
Aunque parezca increíble, la minería, una de las industrias más desarrolladas en Chile, está también girando hacia el uso de energías renovables al punto que realiza importantes inversiones en centrales de generación y líneas de transmisión "verde".
El largo de la superficie nacional supera los 4300 kilómetros de norte a sur, un privilegio que comparte con muy pocos países en el planeta. Es similar a la distancia que existe entre Bogotá y Nueva York, o entre Nigeria y Dinamarca.
Semejante extensión, de cara al Océano Pacífico, le da una chance casi imposible de igualar. En pocos años, de continuar el actual nivel de inversiones, Chile se convertirá en el país con más molinos de viento de toda Latinoamérica.