"Los latinoamericanos somos pobres porque es rico el suelo que pisamos", decía Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina. En Jujuy y Catamarca, las dos provincias donde se explota litio en Argentina, más del 40% de los habitantes son pobres. Mientras tanto, el país seduce a las mineras con regulaciones favorables, como regalías bajas y estabilidad fiscal. Bajo la máscara de la transición energética, fondos buitres, bancos y tenedores de bonos de deuda controlan el negocio del litio.