El sector está subutilizado en la transición energética. Cuestiones regulatorias y de infraestructura son algunos de los obstáculos para el desarrollo del sector en el país.
El gobierno federal anunció como una "política verde" un plan de $500 millones de reales brasileños en descuentos para automóviles con motor flex. Sin embargo, la medida podría aumentar las emisiones de CO2.