En un acto sin precedentes en la historia democrática de la Argentina, un DNU reescribe más de 300 artículos a la vez, afectando los subsidios a las tarifas energéticas, los incentivos a las energías renovables y la minería. Aunque expertos apuntan a un retroceso en materia ambiental, algunas normativas involucradas no estaban operativas en la práctica.