Mediante un despliegue de lobby, la petrolera formó una alianza con autoridades, sindicalistas y habitantes de Sierra Grande, en Río Negro, a favor del cuestionado proyecto para exportar petróleo dentro de tres años desde Vaca Muerta. La obra se pensó en un área protegida: el golfo San Matías, donde las asambleas ciudadanas advierten sobre los impactos que tendría el transporte de buques petroleros y los riesgos de un eventual derrame. En esta investigación de elDiarioAR y Climate Tracker se muestra cómo estos actores retrasan la transición energética justa en Argentina.