La energía atómica tuvo "mala prensa" durante más de medio siglo. La ficción, tanto en el cine como en la televisión, se encargó de presentarla como peligrosa y contaminante.
Como en las peores épocas de la guerra fría, el mundo teme por una conflagración con armas atómicas que ponga en riesgo el futuro mismo de la humanidad.