La idea de que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los países industrializados podría calentar el planeta, apareció en los círculos científicos a principios del siglo XX. Desde entonces, la evidencia a este respecto ha sido cada vez más robusta. Sin embargo, persisten campañas que intentan manipular a la opinión pública en sentido contrario. ¿Qué tipo de intereses movilizan esta resistencia a reconocer lo que ya nadie puede negar?