En 2021, el Congreso argentino disminuyó a la mitad el corte de biodiésel para ser mezclado con gasoil. A pesar de esta reducción, las petroleras, incluida la estatal YPF S.A., no cumplen con el nuevo régimen. Además, se suma la ausencia de sanciones para las empresas infractoras, la fijación de precios no rentables y un sistema de cupos restringido que traban la producción y comercialización del biodiésel.