Santa Catalina es uno de los últimos humedales naturales que quedan de la ribera sur de la cuenca Matanza-Riachuelo y el pulmón verde más grande del Conurbano Sur. Después de 24 años de una larga campaña ambiental comunitaria, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires firmó el acta de implementación para incorporarla oficialmente al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas.