El 22 de abril de 2010, un incendio en la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de British Petroleum (BP), provocó un derrame de más de 5 millones de barriles de petróleo sobre el Golfo de México. El gobierno mexicano nunca ofreció cifras oficiales de las afectaciones en sus aguas y costas; a pesar de haberlas calculado. Climate Tracker tuvo acceso a dos investigaciones gubernamentales que midieron la huella del desastre en México, cuyos resultados no se difundieron, debido a la clasificación de los documentos y omisiones durante tres administraciones presidenciales, incluyendo la actual. Los estudios concluyen que, para 2012, los costos ambientales rondaban entre los 4 y 13 mil millones de pesos y en 2020 podrían haber alcanzado 36 mil millones. Gracias a un acuerdo extrajudicial en 2018, el Estado recibió de BP, a lo mucho, 9.5% de estas cantidades.