Sí, es necesario cambiar la forma en que nos alimentamos para salvar el mundo
Preguntas y respuestas de la Organización de las Naciones Unidas sobre la agricultura sostenible.
Si bien la agricultura industrial ha sido siempre una buena forma de producir mucho alimento con un costo muy bajo, con el tiempo comenzaron a verse los efectos adversos de esta explotación, y salió a la luz que realmente no es tan rentable como parecía.
Por un lado, este tipo de agricultura contamina el agua, el aire y el suelo, emana gran cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) y atenta contra la vida silvestre. Según los cálculos de Naciones Unidas, implica un costo ambiental de alrededor de 3 billones de dólares anuales.
Y eso sin contar los daños que, a mediano y largo plazo, impactan en la salud de los humanos.
La conclusión es inevitable: para ayudar al Planeta hay que cambiar la forma en la que comemos y nos relacionamos con los alimentos y su método de producción. Por eso, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó una serie de preguntas y respuestas para conocer más a fondo el tema y animarse a la transición.
¿Qué es exactamente la agricultura sostenible?
Es la agricultura que satisface las necesidades de las generaciones actuales y futuras, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud ambiental y la equidad social y económica. Favorece las técnicas que emulan los procesos naturales para preservar la fertilidad del suelo, prevenir la contaminación del agua y proteger la biodiversidad.
¿La agricultura sostenible realmente marca una diferencia respecto al medio ambiente?
Sí. Utiliza hasta 56% menos energía por unidad de cultivos producidos, genera 64% menos emisiones de gases de efecto invernadero por hectárea y mantiene mayores niveles de biodiversidad que la agricultura convencional.
¿Por qué los alimentos producidos de forma sostenible parecen más caros?
Pueden ser más costosos porque es más laborioso producirlos. Para su certificación, a menudo se requiere que sean separados de los alimentos convencionales durante el procesamiento y el transporte. Los costos asociados con la comercialización y distribución de volúmenes relativamente pequeños de producto son también comparativamente altos, y, a veces, el suministro de ciertos alimentos producidos de forma sostenible es limitado.
¿Por qué algunos alimentos son mucho más baratos, incluso cuando requieren procesamiento y envasado?
El uso intensivo de productos químicos y medicamentos, y las modificaciones genéticas permiten que algunos alimentos se produzcan de forma económica y en volúmenes altos y fiables, por lo que el precio de venta al público puede ser menor. Pero esto es engañoso, porque no refleja los costos del daño ambiental o el precio de la atención médica que se requiere para tratar las enfermedades relacionadas con las dietas insostenibles.
Los alimentos ultraprocesados suelen ser ricos en energía y bajos en nutrientes y pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunas formas de cáncer. Esto es particularmente preocupante en medio de la pandemia de COVID-19. Esta enfermedad es especialmente peligrosa para quienes tienen problemas de salud preexistentes.
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Puede que los consumidores no se den cuenta de cómo sus elecciones dietéticas afectan el medio ambiente o incluso su propia salud. En ausencia de obligaciones legales o demanda de parte de los compradores, hay pocos incentivos para que los productores cambien su enfoque.
¿Es posible la agricultura sostenible en los países en desarrollo?
Sí. Dado que los alimentos producidos de manera sostenible suelen requerir más mano de obra que los alimentos elaborados de forma convencional, tienen el potencial de crear 30% más puestos de trabajo. Y debido a que pueden suponer precios más altos, también pueden generar más ingresos para los agricultores.
¿Es posible hacer alimentos sostenibles que sean asequibles para todos?
Sí. A medida que aumenta la demanda de ciertos alimentos, los costos asociados con la producción, el procesamiento, la distribución y la comercialización disminuirán, lo que debería hacerlos menos costosos para los consumidores. Las autoridades también pueden desempeñar un papel importante al facilitar el acceso al mercado y nivelar el campo de juego en términos financieros y regulatorios.
Si es tan importante, ¿por qué no se ha adoptado la agricultura sostenible como estándar mundial?
Existe una falta de comprensión sobre los vínculos entre la agricultura, el medio ambiente y la salud humana. Los responsables de las políticas no suelen considerar el valor de la naturaleza como una forma de capital, por lo que la legislación no está diseñada para prevenir la contaminación y otros tipos de degradación ambiental.
También es posible que los consumidores no se den cuenta de cómo sus elecciones dietéticas afectan el medio ambiente o incluso su propia salud. En ausencia de obligaciones legales o demanda de parte de los compradores, hay pocos incentivos para que los productores cambien su enfoque.
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¿Cuáles son algunas formas de consumir alimentos de forma más sostenible?
- Diversifica tu dieta y cocina más comidas en casa.
- Consume más alimentos de origen vegetal: legumbres, guisantes, frijoles y garbanzos como fuentes de proteínas.
- Come más alimentos locales de temporada.
- Compra alimentos producidos de manera sostenible y busca más información sobre las prácticas agrícolas y el etiquetado.
- Evita el excesivo uso de envases (que probablemente terminarán en la basura).
- No desperdicies comida (el desperdicio de alimentos es responsable de entre 8% y 10% de las emisiones globales de carbono).
- Cultiva tu propio huerto, aunque sea pequeño.
- Apoya organizaciones, políticas y proyectos que promuevan sistemas alimentarios sostenibles y conversa sobre la importancia de los alimentos saludables y sostenibles con amigos, familiares, productores, proveedores y legisladores.