Las investigaciones coinciden: a mayor contaminación ambiental, menor fertilidad
Un nuevo estudio en China demostró que los altos niveles de contaminación del aire impactan directamente en la producción de células, reducen las posibilidades de alcanzar un embarazo, y hasta podrían provocar perderlo
Es sabido que la contaminación del aire es mala para la salud de humanos y animales, pero, ¿hasta qué punto se conocen los efectos de la polución en el organismo? En el mundo, alrededor de 50 millones de parejas son incapaces de concebir. El problema es aún más grave en los países desarrollados. Pero, en las últimas dos décadas, aproximadamente el 10% de las parejas de todo el mundo se han visto afectadas por la infertilidad, y la tasa va en aumento.
Aunque la mayoría de los casos de infertilidad están relacionados con trastornos específicos, en los últimos años se está demostrando que la contaminación atmosférica desempeña un rol importante en la pérdida de la fertilidad. Todo parece indicar que el deterioro de la fecundidad es proporcional al aumento de las emisiones contaminantes.
Un estudio realizado por el Centro de Medicina Reproductiva del Tercer Hospital de la Universidad de Pekín (China) halló que la contaminación atmosférica aumenta considerablemente el riesgo de infertilidad. La investigación, publicada en Environmental Research, recopiló información reproductiva, características sociodemográficas y datos sobre el estilo de vida de 10.211 parejas con riesgo de embarazo que se habían anotado en una encuesta de fertilidad realizada en China.
Tan peligroso como fumar
Los científicos descubrieron que las mujeres que habían estado expuestas a contaminación superior a 10 microgramos por metro cúbico durante un año tenían un 20% de probabilidad de tener problemas de infertilidad. También se mostró que la proporción de mujeres que no quedaban embarazadas durante 12 meses subía del 15% al 26% cuando se comparaban los modelos de mayor exposición con los de menor contaminación.
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Diferentes investigaciones han ido probando a lo largo de los años que, además, la contaminación está asociada a partos prematuros, y aumenta la probabilidad de que los bebés nazcan con un peso inferior al aceptable.
Otro informe publicado en The Guardian aseguraba que la contaminación atmosférica es tan perjudicial para las mujeres embarazadas como el tabaquismo, y que aumenta las posibilidades de que el embarazo concluya en un aborto espontáneo. "Si se compara ese aumento del riesgo con otros estudios sobre los efectos ambientales en el feto, se asemeja al humo del tabaco en la pérdida del embarazo en el primer trimestre", dijo el doctor Matthew Fuller, del departamento de medicina de urgencias de la Universidad de Utah y uno de los miembros del equipo de investigación a The Guardian. "Muchos de nosotros pensamos que hay un efecto de la contaminación atmosférica en nuestra salud, pero descubrir que hay efectos reales en los niños no nacidos es muy molesto", dijo Fuller.
Si bien el nuevo estudio no revela de qué forma específica afecta la contaminación a la fertilidad, la explicación puede encontrarse en muchas de las investigaciones que se hicieron sobre el tema. Según los investigadores la contaminación provoca inflamación en el organismo, lo que puede afectar la producción de esperma y de óvulos.
Otro estudio, realizado en Estados Unidos en 2019, analizó los casos de 632 mujeres que asistieron al Centro de Fertilidad del Hospital General de Massachusetts entre los años 2004 y 2015, y encontró que la mayor exposición a contaminantes disminuye la cantidad de ovocitos que tiene la mujer, reduciendo la posibilidad de quedar embarazada.
En esta misma dirección apunta la investigación realizada por un profesor de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, en Italia, que analizó los niveles hormonales de 1300 mujeres italianas. Concluyó que vivir en una zona con índices elevados de contaminación aumenta el riesgo de una reducción severa de la reserva ovárica. "Vivir en un área asociada con altos niveles de contaminantes del aire en nuestro estudio aumentó el riesgo de una reducción severa de la reserva ovárica", dijo el investigador principal del estudio, Antonio La Marca, a Infosalus.
El experto en salud pública, Damián Verzeñassi, del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, trabajó en un informe técnico que explica de qué forma impacta la calidad del aire en la salud del gestante y también en el niño por nacer.
"Lo que pudimos ver es que la exposición a partículas de cierto tamaño como la PM10 y la PM2,5 durante el embarazo están asociadas a un incrementó del riesgo fetal, aborto espontáneo, retardo en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer e incluso la muerte dentro del útero", explicó el experto a Carbono News.
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Según el especialista, esto se produce porque las partículas que tienen cierto tamaño generan reacciones inflamatorias en la madre, lo que supone una disminución de la oxigenación de su organismo lo que provoca una peor oxigenación del niño por nacer. "Además, ya de por si esas partículas vienen cargadas de sustancias químicas que tienen impacto en la salud de la madre y del niño por nacer también a nivel genético", sumó.
Fertilidad y contaminación
La infertilidad, las malformaciones o los partos prematuros son algunos de los problemas de salud relacionados con la reproducción que se conectan estrechamente con ciertos contaminantes.
Por ejemplo, algunos herbicidas como el glifosato, generan afectaciones en la reproducción humana. Según el experto en salud ambiental y docente de la Universidad de Entre Ríos, Aldo Costa, en esa provincia la población está expuesta a los desechos de la agroindustria. "Lo que solía suceder era que la gente que estaba fumigando usaba el mismo bidón en que venía el herbicida para calentar la comida, esto provocó que muchos niños nacieran con malformaciones", dijo Costa a Carbono News.
Costa se refirió a la enfermedad conocida como "huesos de cristal". "Lo que sucedía mucho acá es que los niños con esta afectación en los huesos no soportaban los canales del parto y terminaban muriendo durante el alumbramiento", dijo. El especialista argumentó que estas enfermedades se incrementaron cuando aumentó la presencia de la agroindustria en la provincia.
Para analizar la afectación a la salud hay que tener en cuenta el tipo de contaminante, el tiempo de exposición y el tipo de ingreso en el cuerpo, si es por vías respiratorias o es por vía digestiva, continuó Costa.
Otro de los factores que inciden en la formación de enfermedades y de problemas de salud asociados a contaminación ambiental es la acumulación por el sedentarismo. "Depende de la dosis, pero si lo vamos consumiendo de a poco, lo vamos bioacumulando. Una sociedad como la nuestra que es sedentaria, bioacumula estas toxinas que pueden generar enfermedades a la larga", cerró.
Este tipo de toxinas y partículas químicas preocupa a los expertos, especialmente en las grandes ciudades latinoamericanas. "La mayoría de las metrópolis de la región tienen una mala calidad del aire por un aumento de los gases de efecto invernadero por el crecimiento del parque automotor y por la degradación de la cobertura arbórea, un conjunto de factores que afecta a la salud y especialmente a las madres y a las generaciones futuras", concluyó Damián Verzeñassi.