Daño al territorio y a los cuerpos: así impacta el extractivismo en la salud de los humanos

La contaminación ambiental afecta al cuerpo y a la salud de las poblaciones humanas. Sin embargo, muchas veces pasa desapercibida en el diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades y no es tenida en cuenta por los profesionales de la salud.

Esta fue una de las principales motivaciones del curso "Introducción al análisis de los procesos de salud en contextos de extractivismos", organizado por el Instituto de Salud Socioambiental (INSSA) -dinamizado por Iconoclasistans y con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo- del que participaron docentes, activistas ambientales, médicos y estudiantes.

El resultado fue el mapa "Cuerpo-territorio" que enseña cómo 10 industrias extractivistas impactan en los cuerpos y mentes de los habitantes de Sudamérica, más específicamente de Argentina, Colombia, Chile y Ecuador. Después de mucha investigación los creadores elaboraron un mapa que grafica claramente cómo "el desarrollo de la industria extractiva afecta de manera directa o colateral a la salud y a las actividades cotidianas, degradando la calidad de vida de las comunidades".

Plasmado sobre la figura de un ser humano, recorre distintos puntos del cuerpo y detalla uno a uno los efectos de los distintos problemas socioambientales. El agronegocio, los incendios forestales y la minería, por ejemplo, impactan directamente sobre el cerebro humano, causando tumores, alteraciones neurológicas, demencia y otras afecciones de salud mental.

"Las violencias a lo largo del tiempo a las que han sido sometidos los pueblos colonizados de América Latina han golpeado tanto a los territorios ancestrales como al primer territorio: el cuerpo. Sobre él se imprimen las consecuencias generadas por el avance de la frontera extractiva, mostrando las dolencias, enfermedades y limitaciones que su expansión provoca", afirman los autores del estudio.

Actividades como la agroindustria, las hidroeléctricas, la megaminería, las salmoneras, los feedlots -producción de carne mediante un sistema de cría y engorde intensivo-, los incendios o las plantaciones de monocultivos generan graves problemas de salud.

"El curso estaba pensado para trabajadores de salud. Queríamos tener un material que nos permitiera tener llegada específicamente al sector sanitario", explicó Gabriel Keppl, médico y docente de la UNR a la Agencia Tierra Viva. Porque, según Keppl, la medicina tradicional no suele vincular los problemas ambientales con los problemas de salud.

"Con este póster buscamos mostrar esa vinculación que muchas veces permanece invisibilizada o que ni siquiera surge como pregunta o como posibilidad", afirmó.

Además de la división por parte del cuerpo afectada, y por la actividad que provoca el daño, el mapa ofrece una diferenciación por regiones de Sudamérica, y expone claramente cuáles son los peligros más latentes en cada país.

Argentina: agronegocio y energías sucias

La Pampa Sojera, que incluye a las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires, es el territorio donde la producción de soja y otros granos como el maíz o el trigo es más intensiva, lo que supone mayor impacto socioambiental. Por ejemplo, según la información relevada, contamina la tierra, el aire y el agua por el uso de plaguicidas, herbicidas e insecticidas, como el glifosato.

Además de estos problemas, la tierra se concentra en pocas manos generando que las comunidades tengan que desplazarse hacia otros lugares afectando a la soberanía alimentaria por la pérdida de la variedad de cultivos y biodiversidad.

Por todo esto, en Argentina, los problemas de salud asociados al agronegocio y el uso de químicos son: tumores, malformaciones congénitas, alteraciones neurológicas y hormonales, pérdidas de embarazos, alteraciones de la fertilidad, afecciones respiratorias, intoxicaciones y afecciones de la piel.

La industria energética no renovable también impacta en la salud de los habitantes de este país. El fracking, -técnica para extraer gas y petróleo no convencional- que se desarrolla principalmente en Río Negro, Neuquén y Mendoza, está causando irritación en la piel, ojos y parte superior del tracto respiratorio, alteraciones del sistema nervioso, depresión, dolores de cabeza, vértigo y náuseas, fatiga, confusión mental, debilitamiento muscular, cáncer de piel y de pulmón. La causa: la contaminación de los suelos, el aire y del agua desechos y agentes químicos.

La megaminería es otro de los problemas de la zona. En la provincia de Catamarca, por ejemplo, está ocasionando enfermedades respiratorias, neurodegenerativas, lesiones en la piel, daño celular y genético, tumores, malformaciones congénitas, problemas cardiovasculares, afecciones en la salud mental, e inflamaciones de diversos órganos.

Chile: amenazada por las hidroeléctricas y las salmoneras

En el Mar de Chiloé, una región chilena al sur del país, la expansión de la cría intensiva de salmones está causando varios problemas ecológicos por los compuestos químicos que utiliza. Los efectos que refleja el estudio son: aumento de los desechos contaminantes (antibióticos, colorantes químicos, fosfatos y metales tóxicos) y muerte masiva de aves, algunas especies de moluscos y lobos marinos debido a la ingesta de peces muertos arrojados al mar.

En cuanto a los efectos en la salud de los habitantes, se registraron cuadros de gastroenteritis, mareos, manchas en la piel, hipotiroidismo, bajo peso en neonatos, retardo del crecimiento intrauterino, enfermedades infecciosas, daño celular y mutaciones en diferentes órganos y resistencia a los antibióticos.

La instalación de hidroeléctricas en Chile es otro de los problemas para las comunidades que viven en las proximidades. Según se detectó, inundan amplios territorios ocasionando la pérdida de bosques, tierras fértiles y zonas de alto valor histórico-cultural, y modifican el clima con más humedad, vientos y lluvias. Todo ello afecta la diversidad biótica en ecosistemas ribereños.

En relación a los daños en el cuerpo y en la salud, provocan trastornos del estado de ánimo, malnutrición, diarreas y gastroenteritis infecciosas, patologías neurológicas y enfermedades transmitidas por vectores, como malaria y dengue, entre otras.

Amazonía ecuatoriana: el peligro de los hidrocarburos

En la Amazonía ecuatoriana la industria hidrocarburífera tiene impacto ambiental durante todas las fases productivas: en la exploración se produce deforestación, con las explosiones se afectan los ciclos de vida de la fauna, y el uso de grandes piscinas con químicos contamina las aguas subterráneas. Los suelos reciben los derrames y desechos de la industria y la presencia de las plataformas impacta en el comportamiento de la vida silvestre.

En estas zonas, donde esta industria contaminante está presente, hallaron entre los habitantes: neurotoxicidad, tumores, malformaciones congénitas, reacciones cutáneas, afectación del tracto respiratorio, alteraciones gastrointestinales y afectaciones del sistema nervioso.

Violencia armada en Colombia

"Las acciones del conflicto tienen manifestaciones similares a las de una epidemia, y constituyen un problema de salud pública en términos de mortalidad, morbilidad y deterioro de las condiciones de vida", comentaron los autores del estudio en la presentación de los resultados.

Junto al conflicto armado, otras actividades como la expansión de los cultivos de coca y de la minería ilegal provocan daños ambientales, promueve la tala indiscriminada, contaminan ríos y tierras por el herbicida tóxico que se utiliza para destruir los cultivos de coca, y afectan la provisión de alimentos.

En el departamento colombiano del Chocó se encontraron consecuencias en la salud como el síndrome de estrés postraumático y otras afectaciones mentales, problemas inmunológicos debido al estrés, malnutrición e intoxicaciones.