¡Ya se sienten!: estos son los 5 efectos en la naturaleza de los eclipses de sol
Este sábado se vivirá el último eclipse solar del 2021. Desde la Antártida se podrá observar un eclipse total mientras que desde el sur de Argentina, Chile, Nueva Zelanda y Australia el fenómeno se verá de manera parcial. Alteraciones meteorológicas, movimiento de masas, impacto en la conducta animal y en las plantas, algunos de las consecuencias más sorprendentes.
Se viene el último eclipse solar del 2021 que se verá en el hemisferio sur este 4 de diciembre. Su totalidad o parcialidad dependerá de la ubicación del espectador: desde la Antártida se podrá observar un eclipse total mientras que, desde zonas del sur de Argentina, Chile, Nueva Zelanda y Australia el fenómeno se verá de manera parcial.
Técnicamente, un eclipse solar ocurre cuando la luna se interpone en el camino de la luz del sol y proyecta su sombra en la Tierra. Eso significa que, por unos segundos, la radiación del sol se oculta y el planeta queda en "penumbras".
Este eclipse total del sábado será el segundo en este siglo en la Antártida. Su precedente fue en 2003 y el próximo en este destino se podrá apreciar recién en diciembre del 2039.
Ahora bien... ¿este fugaz apagón tiene efectos en la naturaleza y sus ciclos?
La respuesta es ¡sí! Carbono News te las detalla una por una:
1. Alteraciones en temperatura, humedad y presión
Con el bloqueo total de la luz solar, es predecible que se modifiquen variables meteorológicas tales como temperatura, humedad relativa y presión.
Según explicó la NASA, el descenso equivale a la diferencia de temperatura que existe entre el día y la noche en esa época del año para ese lugar.
Por su parte, la Doctora en Astronomía e investigadora del Conicet del Observatorio Pierre Auger, Beatriz García, dijo a Carbono News: "Baja la temperatura porque queda oculta la superficie del sol. El descenso puede ser entre 4 y 5 grados, es medible. Como esta vez es total en la Antártida donde hace mucho frío tal vez no sea perceptible".
2. El eclipse y... ¿su viento?
Algunos investigadores le llaman "viento de eclipse" y, según estudios realizados por la Universidad británica de Reading, al ocultarse el sol detrás de la luna, el suelo se enfría repentinamente, como suele suceder en un atardecer. Esto hace que el aire caliente deja de elevarse desde el suelo, causando una caída en la velocidad del viento y un cambio en su dirección. Con la vuelta de la luz, el viento vuelve a soplar como antes.
Según agregó García "aunque el eclipse es inocuo, se producen alteraciones atmosféricas, movimientos de masas particulares". "Los cambios en el ambiente son claros porque cae muy rápido la radiación solar. Es un momento transitario de algunos segundos", explicó la científica del Pierre Auger.
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3. La psicología animal
Dentro del reino animal estamos los seres humanos y, en este tipo de fenómenos, es particularmente llamativo el efecto psicológico. Aunque los eclipses son predecibles, calculables y contamos con sobrada información al respecto, existe-según describió la Doctora García- "un sentimiento de desazón porque no es normal que el sol se vea oscuro. Si bien no se hace completamente de noche, esa penumbra resulta "inquietante" y activa la memoria ancestral que conservamos".
En el caso de los animales no humanos, el instinto es el que determina. "Los eclipses alteran su comportamiento. En la naturaleza libre puede observarse con mayor claridad. Los pájaros se ven especialmente alterados, las vacas quedan como detenidas en el tiempo, etc. Porque el fenómeno no cumple el ciclo natural. Es una acción diferente que el animal no espera", aseguró la astrónoma.
Durante el eclipse del 2017, la organización Fowler se unió a iNaturalist para hacer una encuesta ciudadana de comportamiento animal. En el procesamiento de datos, se obtuvieron tendencias repetidas. Las aves, por ejemplo, comenzaron a reunirse en bandadas y volar durante el eclipse. En el caso de algunos insectos que rigen sus cantos por la luz o la oscuridad, se notó como las cigarras dejaron de cantar y apareció el típico canto nocturno de los grillos.
4. El mundo vegetal
Si bien no hay estudios sistemáticos por la fugacidad de los eclipses, lo cierto es que la NASA advirtió que un eclipse total disminuye su radiación solar tres veces más rápido que durante una puesta de sol normal.
En este sentido, las plantas, grandes dependientes del sol, manifestaron sus propias alteraciones. El precedente más riguroso es el que publicó la revista Nature sobre un estudio de la Universidad de Wyoming realizado durante el eclipse solar total de agosto de 2017, que demostró los efectos en la llamada Artemisia tridentata. En concreto, la reducción de la temperatura y la ausencia de luz solar cambiaron el reloj citadino de este tipo de arbusto. No obstante, la extensión del eclipse no bastó para que las plantas fueran completamente a su estado nocturno.
5. Pérdidas para las energías renovables.
El eclipse solar de diciembre del 2020 que tuvo especial visibilidad en Argentina y Chile provocó una caída de la generación de energía solar de un 32%, según informó Cammesa, organización que administra el sector eléctrico nacional. La reducción de la generación de energía provocada por el eclipse solar fue del orden de los 250 MW. El parque más afectado fue PASIP, ubicado en Mendoza. El parque Cauchari, en Jujuy, fue el menos afectado.
Más allá de estos efectos en la Tierra, lo cierto es que tal como expresó la Doctora Beatriz García, "un eclipse solar es una buena oportunidad para reconocer con la naturaleza". "A pesar de la información, se siente una emoción particular y a nosotros nos gusta promocionar esto más allá de la explicación científica porque es una manera de volver a la naturaleza, a lo que somos"