Venezuela, el país potencialmente más rico del mundo, desertifica cada año el equivalente a la superficie de tres Caracas
El Arco es un proyecto de explotación de recursos naturales que estalló en 2016, cuando las arcas públicas entraron en una crisis casi terminal.
La nación caribeña ha sido bendecida por la naturaleza.
Repasemos diez datos que lo corroboran.
Cuenta con el 20 % de las reservas petroleras del planeta, según mapas geológicos de la OPEP, organización que nuclea a las principales potencias hidrocarburíferas
Ocupa el sexto puesto en el ranking de países con mayores reservas de gas natural del mundo, según publicaciones de The World Factbook.
El hierro es uno de sus principales recursos mineros. Tiene reservas potenciales de al menos 8.700 millones de toneladas de hierro. Es una de las principales potencias planetarias.
Cuenta con más de cuarenta tipos de minerales y piedras preciosas, cuyos valores se estiman en decenas de miles de millones de dólares.
Es muy diversa su geografía al punto que permite la coexistencia de decenas de ecosistemas y biomas diferentes que albergan aproximadamente 200 mil especies de animales y plantas.
Es el estado latinoamericano con los mayores reservorios de oro comprobados. Acumulan 150 toneladas métricas.
Es una de las diez geografías con mayores reservas comprobadas de diamantes en los cinco continentes.
Cuenta con una extensa costa frente al mar Caribe lo que le otorga un litoral ideal para la pesca y el turismo.
Su producción agropecuaria es muy rica (o lo fue). El cacao venezolano, por ejemplo, es reconocido a nivel mundial por su excelente calidad.
Posee agua dulce en abundancia. El río Orinoco es el tercero más caudaloso del mundo. Tiene una extensión de 2800 kms y las dos terceras partes de su recorrido surcan las tierras venezolanas.
Sin embargo, a pesar de todas las maravillas descritas, el gobierno bolivariano, instaurado hace ya casi un cuarto de siglo, se muestra impotente para frenar la devastación ecológica.
Cada año, especialmente en el llamado Arco Minero del Orinoco, se desmonta una superficie verde equivalente a la extensión de tres ciudades de Caracas, la capital nacional.
Debido a una producción petrolera en baja, el gobierno de Nicolás Maduro firmó un decreto que autorizó la explotación minera a gran escala de una inmensa zona ubicada en el sureste del territorio.
A causa de la falta de "oro negro", por la incapacidad de la estatal PDVSa para extraerlo, se pasó al acopio del oro verdadero y las minas auríferas le dieron al gobierno dictatorial un respiro para continuar con la compra de comida e insumos en el exterior, ya que Venezuela actualmente no produce casi nada.
Las frondosas zonas de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro vieron arribar gigantescas maquinarias destinadas a la exploración y explotación de toneladas de oro, diamante, hierro, bauxita, cobre y coltán.
Las zonas afectadas coinciden con las regiones de la más rica biodiversidad, ya que allí se encuentran las grandes selvas y bosques otrora protegidos por leyes de reserva forestal y cuencas salvaguardadas por convenios internacionales.
Mirá también: Estos son los cuatro ecosistemas más amenazados de América Latina
En la Amazonía, el bosque húmedo tropical más grande del planeta, vive entre un tercio y la mitad de la vida conocida del planeta.
Consultado por Carbono.news, el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, quien permaneciera más de mil días detenido y torturado por sus denuncias contra el chavismo, detalló: "La depredación forestal en el Orinoco es catastrófica. La baja relativa de los precios del petróleo y la caída de la producción nacional han provocado una escasez notable de divisas. Esto le ha impedido al Gobierno nacional mantener sus políticas clientelares, su sistema de corrupción interno y externo".
La minería en esta región del Caribe se hizo con una casi total falta de los estudios previos de impacto ambiental y sociocultural que son exigidos por la Constitución.
"La ejecución del proyecto extractivo está generando uno de los mayores desastres ambientales en la historia, una catástrofe ecológica que afectará no sólo a la generación presente sino a las generaciones futuras" agregó el autor de La Tumba, un relato de sus casi tres años de cautiverio y su cinematográfica fuga posterior.
Mirá también: El desmonte del Amazonas no es un fenómeno de izquierdas o derechas: Brasil (Bolsonaro), Perú (Castillo) y Bolivia (Morales/Arce) encabezan los rankings
Un estudio de la ONG Provita, en colaboración con especialistas de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela, reveló que el 45 % de los árboles venezolanos está en peligro de extinción porque se está transformando su hábitat.
El citado trabajo indicó que:
el 8 % está en peligro crítico,
el 16 % en peligro
el 21 % en estado de vulnerabilidad.
El resto fue clasificado como casi amenazado (1 %), preocupación menor (26 %) e insuficientemente conocido (28 %).