Un "mar de plástico" asfixia el lago Uru Uru en Bolivia, y los vecinos se organizan para limpiarlo
"Vamos a extraer junto a nuestro pueblo todos los plásticos. Los vamos a moler, picar y se lo daremos a la industria para que haga nuevos envases que no terminen cayendo una vez más a las aguas", dijo a Carbono News el alcalde de Oruro.
Las imágenes del lago Uru Uru, en Oruro, Bolivia, son apocalípticas: un océano de botellas de todo tipo flotan en aguas completamente contaminadas.
El espejo de agua ubicado a 3700 metros sobre el nivel del mar era hasta hace 30 años una fuente de vida aprovechada para la pesca, la observación de aves y los deportes náuticos. Hoy se ha convertido en una cloaca a cielo abierto.
Así estaba el lago Uru-Uru (Foto: Gobierno Autónomo de Oruro)
Los vecinos, que con sus urbanizaciones irregulares contribuyeron a empeorar la situación del lago, parecen haber despertado y comenzaron en abril el proceso de limpieza del Uru Uru.
Pero los responsables de la decadencia no son solamente los descuidados moradores locales, ya que en el Uru Uru se han encontrado metales como zinc, plomo, cadmio y arsénico que provienen de una explotación aurífera cercana. Las cantidades están por encima de los límites permitidos.
Consultado por Carbono News, el biólogo boliviano Hugo Luis Zea explicó: "El destino del lago parece ser la condena a muerte. Su futuro está amenazado por la minería, las sequías provocadas por el cambio climático y la desaprensión humana. La población aledaña asfixió una zona que tenía una belleza única. Como el Titicaca y el Popó, este sitio emblemático también espera renacer. La situación medioambiental es catastrófica y afecta a tanto a la flora como a la fauna de la región".
Tareas previas a la limpieza del lago Uru-Uru (Foto: Gobierno Autónomo de Oruro)
El otrora imponente estanque natural se fue convirtiendo en las últimas tres décadas en un gigantesco relleno sanitario. El agua amarronada cambió tanto que ahora tiene una consistencia pantanosa que hace flotar los desperdicios.
Los expertos atribuyen la contaminación al volcado ilegal que hacen las empresas cercanas que trabajan con el oro. La mayoría de los indígenas que habitaron la región por siglos está abandonando su forma de vida rural tradicional. Han decidido emigrar hacia la ciudad.
"Existe una descontrolada construcción de viviendas de escasa calidad y sin servicios básicos cerca del lago y los cursos de agua contiguos. Hasta hace pocos años, la gente de Oruro descendía hasta el lago para disfrutarlo. Hoy, vemos la contaminación antrópica de la superficie pero en el lecho las cosas también son muy complicadas porque muchos desechos pesados no flotan y terminan en el fondo del espejo de agua. En el lecho se hallan depósitos de tóxicos", detalló Ramiro Pillco Zola, Investigador de la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia).
"Los años con bajas precipitaciones, como los de La Niña, las aguas bajan mucho y los sedimentos quedan al aire libre tomando contacto con los vecinos", sumó.
Manos a la obra
¿Existe todavía alguna esperanza para la reparación? Las autoridades de Oruro, que asumieron a principios de 2021, lanzaron una convocatoria popular para comenzar a limpiar el lago, entre el 8 y el 9 de abril. Fue un éxito, pero aún queda mucho por hacer.
"Vamos a extraer junto a nuestro pueblo todos los plásticos. Los vamos a moler, picar y se lo daremos a la industria para que haga nuevos envases que no terminen cayendo una vez más a las aguas. Vamos a concientizar masivamente para que todos recojan y no lleguemos a otra situación límite. Vamos a barrer unas diez hectáreas completas. Esto lo solucionamos entre todos", dijo a Carbono David Choque Condori, alcalde de Oruro.
Por su parte, la socióloga boliviana Rocío Estremadoiro sumó: "El lago Uru Uru era parte importante de la cultura de los pueblos originarios. Constituía un tesoro para los indígenas. La bella simbiosis del altiplano con sus lagos está agonizando por el calentamiento global y por la indolencia. En este país seguimos discutiendo si hubo un golpe de estado o un fraude electoral pero no atendemos lo más urgente. Clamamos por recuperar nuestro mar azul pero tenemos un mar de plástico y basura interno a la vista de todos".
El sueño de volver a ver flamencos andinos y patos salvajes embelleciendo el lugar parece lejano. La fauna silvestre (en riesgo de extinción) y el ecosistema completo esperan la llegada de un milagro.