Tras la peor sequía en 60 años, se normaliza el régimen pluvial en Argentina, Uruguay y Paraguay
Más de la mitad de las zonas productivas de nuestro país quedaron afectadas en los pasados doce meses por la escasez de chaparrones.
Las precipitaciones llegaron demasiado tarde para salvar una campaña agrícola que tuvo pérdidas estimadas en más de 15.000 millones de dólares.
El sector agroexportador configura la principal fuente de ingreso de divisas para el país. La debacle en los volúmenes de granos recolectados hizo colapsar a las reservas del Banco Central y la falta de dólares terminó desatando una inflación que superaría el 150% anual en 2023.
La llegada de camiones a los principales puertos fue en este primer semestre del año un 50% inferior a la media alcanzada durante la última década, de acuerdo a datos suministrados por la Bolsa de Comercio de la ciudad de Rosario. El volumen de soja comercializado en el pasado ejercicio fue el más bajo de las últimas dos décadas. En maíz, las ventas fueron malas, las más bajas desde 2016.
Las lluvias ayudarían en la próxima campaña. El regreso del régimen histórico de la "pampa húmeda" tendría un impacto beneficioso, pero comenzaría a percibirse recién en 2024. Tras el extenso estrés hídrico, Argentina sería pronto uno de los países con mayor cantidad de aguaceros en todo el subcontinente.
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Un estudio de la FAO (el organismo de Naciones Unidas destinado a la alimentación) prevé intensas caídas de agua en la segunda mitad de 2023.
Consultados por Carbono.news, integrantes del departamento de comunicaciones del Servicio Meteorológico Nacional explicaron: "La temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial se encuentra con valores superiores a los normales. El máximo calentamiento se registra cerca de las costas Sudamericanas. De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre junio-julio-agosto 2023 existe un 89% de probabilidad de desarrollo de una fase Niño".
Sin embargo, la temporada de lluvias más acentuada tendría sus picos en los meses de octubre, noviembre y diciembre próximos. Luego, los excesos de humedad continuarían también durante el primer semestre del 2024.
Los esquemas teóricos de las FAO coinciden de manera integral con el SMN de Argentina. Los países beneficiados, además de Argentina, serían Uruguay y Paraguay. Por su parte, Brasil, el líder mundial en producción de soja, soportaría condiciones de sequía.
Es imperioso que el Estado y los productores consigan retener los grandes volúmenes de agua que se avecinan desde el cielo en embalses, represas, canales o recipientes gigantescos. Sería la mejor forma de evitar quebrantos históricos como los que han desequilibrado en la actualidad casi por completo a la economía nacional.