Tragedia de Corrientes: tras el incendio, ya existen brotes verdes, pero la recuperación será larga
Luego de tres meses de fuego intenso, las llamas cesaron y, tras las lluvias, se observan los primeros brotes verdes. Pero, ¿cuánto demorarán los montes para volver a ser cómo eran?
Las lluvias lograron apagar los últimos focos de fuego en Corrientes donde se quemaron, en dos meses, más de 900 mil hectáreas y murieron miles y miles de animales. Una histórica sequía combinada con extremas temperaturas, fuertes vientos y mucha desaprensión por parte de las autoridades locales y nacionales generaron una combinación fatal.
Una de las estaciones experimentales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria realizó un análisis en base a imágenes satelitales y comprobó que, en febrero, se quemaron por día casi 30.000 hectáreas.
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Sobre las cenizas, llega la gran pregunta. ¿Cuánto tiempo tardará Iberá, el humedal más grande de la Argentina, en recuperar su antiguo esplendor? Las posiciones de productores y especialistas son diferentes. Algunos pobladores locales se entusiasman y avizoran que la recuperación sería rápida, porque ya irrumpieron los primeros brotes tras las fuertes precipitaciones del pasado fin de semana. En el otro extremo, biólogos e ingenieros agrónomos tienen un pronóstico mucho más severo y hablan de cuatro décadas de espera para el retorno a una completa normalidad. Los pajonales húmedos se recuperarían con gran rapidez, pero los bosques demandarán años enteros de espera.
Consultado por Carbono.news, el ingeniero Marcelo Tenaglia, ex Director de Parques de la ciudad de Rosario, explicó: "Creo que la recuperación será a largo plazo. Es muy cierto que la vida renace con fuerza ni bien se apaga el fuego, pero para recomponer los montes hará falta mucho tiempo. Allí, ocurre lo que se denomina sucesión luego de las quemas. Se la llama así porque las diferentes especies vegetales se van sucediendo una tras otra para ir ocupando las superficies que quedaron peladas. Es algo que vemos también en los ríos cuando se dan fuertes bajantes. Quedan expuestos al aire libre bancos de arena que, rápidamente, generan pastizales y arbustos".
Según Tenaglia, este proceso debe ser acompañado por productores y autoridades medioambientales. "Siempre se generan alteraciones porque las plantas exóticas encuentran repentinamente un despeje y logran cierta ventaja que no les había dado antes la naturaleza. Eso podría implicar una alteración de los montes. Los ejemplares brotarían, pero serían distintos a los originales. Por ello, hay que colaborar con las rastreras, los arbustos y los nativos para que se vayan reacomodando y vuelva todo lo más rápido posible a la situación inicial".
¿Es exagerado hablar de décadas para una recuperación integral?
"Con los años, las plantas que se dispersaron tras el fuego por la falta de competencia irán retrocediendo y adaptándose a una nueva convivencia. El monte original, como lo conocimos, volverá dentro de varias décadas", señaló el ingeniero. Se trata de ciclos de vida vegetal muy diferentes a los ciclos humanos.
Lo mejor para los humedales es dejar que la naturaleza actúe y se recomponga poco a poco. Para ello, hay que prevenir cualquier tipo de siniestro o desmonte intencional.