Tecnología y contaminación: ¿cuánto carbono emite enviar un mail y cómo reducirlo?
Tomar conciencia del impacto de cada acción virtual ayuda a tomar mejores decisiones en lo cotidiano.
El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente calcula que todos los años el mundo desecha 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos. Ese cálculo es de 2018 y, considerando que cada año hay nuevos productos, y que cada vez tienen una vida útil más corta, es esperable que la cantidad de basura electrónica en el mundo crezca más y más.
Los materiales de los que están hechos, además, son altamente contaminantes y dañinos para la salud: mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio.
- Un tubo de luz fluorescente puede contaminar 16.000 litros de agua
- Una batería de níquel-cadmio de celular, 50.000 litros de agua
- Un televisor, hasta 80.000 litros de agua
De todos modos, no todo es malo entre los materiales de los dispositivos que ocupan cada vez más espacio -y tiempo- de la vida de las personas. También contienen plata, cobre, oro, hierro, aluminio y plásticos, que son todos reciclables. Por eso es tan importante desecharlos correctamente cuando se termine su tiempo: cada ciudad ofrece información de los centros de recolección y reciclado.
Tal vez te interese: "Geopolítica de los recursos naturales: las 'tierras raras', el as bajo la manga de China"
Pero no solo la "basura electrónica" contamina. La transmisión de datos por internet también deja una huella de carbono: genera diariamente entre 25.000 y 35.000 toneladas de CO2, según Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explica: "Los dispositivos más pequeños utilizan menos energía que una PC o un CPU de escritorio y, por tanto, su huella de carbono es menor; además, al ser más chicos tienen menos conexiones y material contaminante".
Los servidores, entonces, también contaminan. Cada vez que alguien ingresa a Twitter o googlea "cómo hacer pastel de papa", está generando una huella de carbono. Y si en vez de una búsqueda se comparte una foto, o un video, la emisión es mayor.
A la cuenta hay que agregar el mantenimiento de los equipos de los servidores: muchos de ellos requieren agua o aires acondicionados para la refrigeración.
Y si bien los recibos y facturas electrónicas implican un ahorro de papel, a través de internet también causan su impacto.
- Un email puede aportar hasta 50 gramos de carbono, si contiene imágenes o archivos adjuntos.
- Responder un email con copia a muchas personas contamina más que enviarlo a una sola.
- Ver un video por streaming genera alrededor de 0,2 gramos de carbono por segundo. Ver uno de una hora, 720 gramos de carbono.
Esta información no es para alarmarse, ni para dejar de usar para siempre el celular, pero sirve para tomar conciencia de que cada pequeña acción que los hombres hacen sobre la Tierra, tiene una consecuencia. Conocer el impacto de los hábitos ayuda a ser más conscientes y a tomar mejores decisiones.
Consejos para navegar con menos impacto
- Usar el correo electrónico conscientemente.
- Optar por firmas "minimalistas", sin tantas imágenes o logos.
- Eliminar los correos electrónicos que no sirvan, ya que continúan ocupando lugar en los servidores.
- Después, mantener vacía la papelera o la carpeta de spam.
- Eliminar las suscripciones que no sean útiles.