¿Solo un montaje?: las cámaras de los barcos pesqueros no están online, graban imágenes que podrían ser editadas

Controlar por medio de cámaras ya se había intentado sin éxito una década atrás cuando el ministro nacional del sector era Norberto Yahuar. A este funcionario lo sucedió Miguel Bustamante, quien fuera abogado de las propias empresas pesqueras de Mar del Plata.

Recientemente se montó una red inalámbrica de alta velocidad y un servidor para instalar dispositivos de control en veintitrés buques pesqueros que operan en el puerto de Mar del Plata. "Es un sistema que recibe y almacena videos", explicaron desde la citada cartera mediante un comunicado. La red incluye cuatro nodos receptores que dan cobertura a toda la dársena de ingreso para que confluyan y se descarguen los videos, a través de una torre principal, en la oficina de control de la Subsecretaría de Pesca, ubicada dentro de la delegación.

Cada buque porta dos cámaras. Una de ellas toma el izado de las redes de pesca y la otra permite analizar la captura en detalle y de manera georreferenciada. En el caso de los buques factoría, una tercera cámara registra el procesamiento del producto. La idea consiste en establecer un vínculo espacio-temporal entre las naves, sus posiciones y su actividad.

Desde el gobierno nacional celebraron que "en imágenes recientes se pudo observar, gracias a estos dispositivos, la presencia de numerosos barcos pesqueros extranjeros al límite de la Zona Económica Exclusiva de la Argentina".

A simple vista, se trata de una metodología muy eficiente, pero el boletín oficial solamente habla de "registros fílmicos tomados en primera línea". ¿Por qué ese material audiovisual capturado en alta mar no se coloca online para que pueda ser monitoreado en tiempo real por cualquier funcionario o particular desde internet?

Mirá también: "Se acerca el fin del "juego del calamar" en aguas argentinas: pocos ganan y casi todos pierden"

Las embarcaciones tienen señal permanente gracias a las redes satelitales que utilizan. Los marineros y oficiales se comunican con el continente en todo momento, pero las videograbadoras quedan desvinculadas de esas transmisiones. Con una sencilla medida administrativa, las autoridades del sector podrían comprobar desde tierra si es verdad o no que las firmas locales y extranjeras descartan miles de toneladas de determinado tipo de especies porque reservan el espacio de sus bodegas para otras más rentables: el langostino y el calamar, por ejemplo.

Si el monitoreo se hiciera en vivo, la simple observación permitiría comprobar si las cuotas de captura declaradas en los papeles coinciden con el producto que queda atrapado. Los expertos podrían determinar si se utilizan o no dispositivos de escape para las piezas juveniles (DEJUPA o DISELA) que son de uso obligatorio.

El oficial de marina mercante e investigador de la actividad, Roberto Maturana, fue contundente al analizar esta cuestión: "El control tiene que involucrar a la AFIP, al INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) y a Prefectura Naval. Todos ellos deberían comprobar de manera permanente qué está sucediendo en nuestro océano. Si existe la tecnología adecuada y suficiente en 2022, ¿por qué no se la aplica? Se están perdiendo más de cien mil toneladas de pescado fresco y bueno cada año. Representan más de 200 millones de dólares que podrían ser aprovechados por chicos que hoy padecen hambre. No existe la supuesta trazabilidad, los registros pueden ser adulterados con facilidad".

La ley prohíbe tirar pescado al agua y hasta se les puede quitar los permisos a los infractores. Sin embargo, son notables las nubes de aves que persiguen los barcos, es obvio que tanto albatros como gaviotas están esperando el descarte "natural" que realizan los barcos depredadores.

Mirá también: "Con satélites, barcos, submarinos y aviones, Ecuador enfrenta a los pesqueros ilegales"

Existen numerosas causas en los juzgados marplatenses sobre adulteración de los partes de pesca. Son documentos con carácter de declaración jurada firmados por el capitán del buque y el inspector a bordo (que no en todos los casos está presente). En ellos se detallan las capturas, expresadas en kilos. Una vez arribada la nave, se elabora un Acta de descarga labrada por el inspector del puerto, en la que se verifica el volumen y la composición de las capturas.

En el Sistema General de Pesca (SISGRAL), la Subsecretaría de Pesca registra los datos de lo declarado en los partes contrastándolos con los del Acta de Descarga. Las imágenes nunca son necesarias para este tipo de comprobaciones.

Videograbadoras en grandes unidades marinas: ¿Fulbito para la tribuna? ¿Puesta en escena?