Se confirma un dramático proceso de calentamiento en las profundidades de los océanos que desaceleraría las corrientes marinas
Las corrientes oceánicas provocadas por las aguas frías y cálidas son las responsables de modificar el clima de las costas y de trasladar oxígeno, carbono y nutrientes indispensables para la supervivencia de los ecosistemas marinos
Si consideramos al Amazonas como el pulmón del planeta, ya que purifica el aire y retiene millones de toneladas de C02 emitidas, deberíamos pensar en la Antártida como un verdadero refrigerador global, debido a que las corrientes marinas que pasan por allí se enfrían de manera notable.
La Antártida es el continente más frío, cuenta con una temperatura media anual que ronda los 50°C bajo cero. Posee los registros térmicos más extremos que superan aún las marcas más bajas del Ártico y de Siberia. La mayor parte de su superficie (un 98%) es una planicie cubierta por un manto congelado azotado por intensos vientos y con precipitaciones muy escasas.
En la revista de divulgación científica Nature, se publicó recientemente que la circulación oceánica profunda en ese sitio tan alejado está sufriendo cambios acelerados. Estamos hablando de una suerte de "ríos dentro de los océanos" que resultan imprescindibles para la perpetuación de la vida tal como la conocemos.
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Si las emisiones globales de Carbono y el calentamiento global continúan al ritmo actual, las grandes masas de hielo mantendrán su deriva, desprendiéndose del continente. El efecto invernadero generará grandes conflictos debido a que los líquidos más fríos tienden a irse al fondo y los más cálidos se quedan en la superficie. Esto motivará una inédita situación que nos acercaría a un escenario de colapso porque los flujos más profundos, por debajo de los 4000 metros, quedarían bloqueados atrapando en las profundidades los nutrientes necesarios para la vida marina.
Los témpanos que se derriten alrededor del continente blanco provocan que baje la densidad de las aguas, lo que ralentiza esta suerte de gigantesca "cinta transportadora" mundial.
Los preocupantes datos acaban de ser confirmados por el Centro de Ciencias Antárticas de Sidney, Australia.
¿Podría apagarse o disminuir su potencia el motor de las inmensidades?
Consultada por Carbono.news, Viviana López, licenciada en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires con especialización en pronósticos para el sector Antártico, expresó: "Podríamos comparar este proceso con lo que sucede por encima de la superficie del agua. Con el aumento de la temperatura media en la atmósfera, es claro que los flujos se alteran y se modifican también los procesos en diferentes escalas. Tiene total sentido que si aumenta la temperatura media de la superficie del agua, eso genere luego anomalías en las temperaturas de las aguas profundas. Por ende, toda la circulación sufriría alteraciones"
Un sistema de desplazamientos más lento al actual generaría:
menos agua cálida en la corriente del Golfo: congelamiento de Europa
reducción de las precipitaciones en el Amazonas
fuertes huracanes en la Costa Este de los Estados Unidos
alteración de los vientos monzónicos en Asia y África
disminución de la altura de los casquetes polares
aceleración del proceso de aumento del nivel de los mares
privación de oxígeno, carbono y nutrientes en los océanos