Los lobos marinos rodeados de plásticos en Península Valdés son solo la punta del iceberg del saqueo en el Mar Argentino: pesca ilegal y petróleo
Detrás de la contaminación de playas y el sufrimiento de la fauna marina por los residuos, hay una trama de corrupciones que ensucia todo el Mar Argentino: la pesca intensiva y las petroleras offshore, dos males que aquejan nuestras aguas
Las imágenes de lobos marinos y otras especies de fauna marina rodeadas de cajones de plástico en varias playas, entre ellas, la Península de Valdés que es Patrimonio de la Humanidad, siguen siendo noticia porque estos desechos pesqueros no fueron removidos y continúan deteriorando el ecosistema. Sin embargo, esto es solo la punta del iceberg de la pesca ilegal e intensiva.
Argentina es uno de los países más afectados porque los buques pesqueros extranjeros, principalmente chinos, operan dentro y fuera de la Zona Económica Exclusiva nacional, para capturar, especialmente, al calamar que es uno de los principales eslabones de la cadena alimentaria del Atlántico Sur. Su sobrepesca está provocando un gran daño ecológico.
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Sin embargo, esa no es la única amenaza que tiene el Mar Argentino; la otra es la actividad hidrocarburífera.
Según el documento "Saqueo en el Mar Argentino: Análisis del marco regulatorio fiscal e impositivo del offshore de hidrocarburos" de la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas y el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial, hay una "inexistencia absoluta" de garantías legales y jurídicas para los "beneficios económicos" del petróleo y gas offshore.
Desde su llegada al debate público en Argentina, la exploración y explotación petrolera en el mar ha sido presentada como una oportunidad única para el crecimiento económico; tal como dijo el presidente Alberto Fernández hace unos días sobre esta actividad. Pero, según la AAdeAA, en el marco regulatorio vigente
nada hay que lo garantice, ni en el caso de las empresas extranjeras, como Shell y Equinor, ni en el de la empresa YPF (51% nacional). "Las petroleras y gasíferas pueden acceder al mercado de cambios para pagar deuda en el exterior, dividendos o girar dinero al exterior, lo que significa que las compañías pueden fugar divisas del país", aseveran.
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Y explican que el modus operandi de estas empresas para fugar divisas es "a través de filiales locales que se endeudan con la empresa matriz a tasas de interés infladas y, con el pretexto de saldar su deuda, giran así mayor volumen de utilidades sin reinvertir en el país". En este sentido, aclaran que esto sucede en Vaca Muerta "hace ya 10 años".
"Estamos en un escenario mundial en el cual petróleo y gas es sinónimo de activos varados, de infraestructura obsoleta, especialmente bajo las condiciones privativas y dependientes de empresas transnacionales. Precisamos dejar de pensar la energía como mercancía para unos pocos y garantizar el derecho a la energía para la población, generando un verdadero impacto en la vida de las personas", concluyeron.