Esteros del Iberá: "estado crítico" por los incendios y la incidencia de Santo Tomé
Entre la sequía y la desidia. Crónica de un viaje a uno de los lugares con mayor biodiversidad del país, pero también uno de los más amenazados.
-"Acá no tenemos basura"- dijo. "Dos veces por semana pasan a buscar los plásticos, los vidrios y cartones, pero los restos de verduras y de frutas se hacen abono, ¿vio? y la carne va para los animales". No estaba hablando con un activista ambiental, sino con un almacenero de Colonia Pellegrini, un pueblo correntino que está a metros del portal Laguna Iberá, una de las entradas al Parque Nacional Esteros del Iberá. Y sumó: "Por los hoteles sí pasan mucho más seguido a retirar las bolsas".
Colonia Pellegrini vive casi exclusivamente del turismo. Juan, un trabajador golondrina ligado a temas agrarios, afirmó, entre sorprendido y enojado: "¡Hacen todo al revés!". Eso me contestó tras contarle que, en la Ciudad de Buenos Aires, no solo no se suele compostar en los domicilios, sino que algunas personas ni siquiera separan los reciclables y termina todo en una misma bolsa, y luego, en un relleno sanitario que, de sanitario, no tiene mucho. Juan se reía al tiempo que se mostraba indignado cuando le explicaba que quienes sí gestionan sus propios residuos son considerados "hippies". En Colonia, ninguno aplica a esa denominación, sin embargo, a nadie se le ocurre hacer un basural a cielo abierto al lado de su casa. Esa es su normalidad.
Una imagen que tengo grabada de este lugar son los caballos paseando solos por las calles -que no están asfaltadas- pastando durante casi todo el día. No se escuchaba ninguna máquina de cortar pasto, no son necesarias.
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¡Es retranquilo vivir acá! -"Ahora sí, ¡el tema es cuando hay incendios! Ahí, los bomberos no dan abasto y salimos todos a enfrentar las llamas, para cuidar nuestro suelo"."Estado crítico" y Santo Tomé
Más del 50% del país sufre una gran sequía. Esto tiene impactos severos en distintas regiones, provocando bajantes de ríos, muertes de animales y pérdidas de cultivos.
En enero, el área afectada por la sequía severa se incrementó en 6,5 millones de hectáreas por el empeoramiento de las condiciones en Chaco, este de Santiago del Estero, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires.
Chaco y el centro sur de Corrientes son las zonas más afectadas desde hace 30 meses y una de las consecuencias es la dificultad para el abastecimiento de agua domiciliaria en parajes rurales.
¿Coincidencias?
Los incendios de 2022 consumieron el 12% de la superficie total de la provincia de Corrientes. Actualmente, es la provincia más afectada por los focos ígneos que, según estiman los investigadores, son intencionales. El Comando de Operaciones de Emergencias decretó el "estado crítico" de los Esteros del Iberá.
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Por su parte, Chaco es una de las provincias con más deforestación de todo el país.
Juan me contaba: "Santo Tomé es horrible. Entrás y ya te deprimís".
Varios focos de los incendios actuales en los Esteros serían intencionales. En Santo Tomé, encontraron a dos hombres incendiando un pastizal en varios puntos de la Ruta Provincial N°94.
Santo Tomé es un pueblo que está lleno de industrias forestales. No solo se está trabajando en la generación de energía eléctrica a partir de la biomasa forestal, sino que está en construcción una planta industrial para fabricar productos de exportación. Se trata de una empresa dedicada a la industrialización de la madera, confección de muebles y colchones.
En relación a esta iniciativa, su intendente Augusto Suaid dijo: "Estamos en la cuenca forestal más grande del país, con 250.000 hectáreas de bosques plantados, mayoritariamente de pino; también en la ubicación, porque somos una ciudad limítrofe con el país vecino de Brasil, esto hace que sea muy atractivo a la hora de la importación y exportación".
Los monocultivos de pino son un gran peligro para la biodiversidad y para la generación de incendios que se propagan rápidamente entre su follaje.
De nuevo, me viene a la mente la afirmación: "Acá no tenemos basura". Pero, la paz se interrumpe por el fuego, la sequía, las olas de calor, en fin... el cambio climático o, mejor dicho, las consecuencias de acciones motivadas por los intereses económicos de unas pocas personas que ensucian todo.