En Argentina, la ganadería regenerativa ya protege más de 70.000 hectáreas y 100.000 cabezas de ganado
Esta nueva forma de producir implica un manejo integral cuyas características principales son que se realiza "en favor de la naturaleza" y que permite producir más "con un nulo o bajo nivel de insumos".
La ganadería regenerativa busca imitar los procesos naturales de los ecosistemas para restaurar y mejorar la salud de los suelos, el agua y la biodiversidad. Convierte a los pastizales en ‘bombas de carbono' que secuestran toneladas de CO2 atmosférico.
La técnica consiste en rotar a los animales de un potrero a otro para aprovechar sus nutrientes. Concretamente, la bosta y la orina del animal. Después, el ganado va pasando de una parcela a la siguiente y la materia orgánica producida se incorpora al suelo para generar más fertilidad, más porosidad en la tierra, más microorganismos.
Esto coloca al campo como parte de la solución al cambio climático y no del problema. Se modifica un viejo paradigma. En este caso, se considera al ganado como una herramienta clave para reproducir los pastizales y los ecosistemas.
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El moderno método está posicionándose como una alternativa prometedora para la producción agropecuaria tradicional por distintas razones en Argentina:
Hay vastas áreas de pastizales que pueden ser manejados.
La región ya se ve afectada por el cambio climático y este método puede ayudar a mitigar sus efectos a través del secuestro de carbono.
Existe en el mundo una creciente demanda de alimentos producidos de manera sostenible.
A través del pastoreo estratégico se promueve la formación de humus y mejora la infiltración de agua.
Se fomenta la presencia de diversas especies de plantas y animales en los pastizales, creando ecosistemas más resilientes.
Se minimiza el uso de insumos externos como fertilizantes y pesticidas.
Una idea que gana hectáreas y kilaje de carne
El secuestro de carbono sucede cuando se permite que haya muchas raíces en el suelo, masa microbiana y cuando hay un evento de pastoreo que hace que ese material vaya al suelo.
Argentina ya tiene 78 mil hectáreas y se suman 41 mil en Paraguay, 30 mil en Chile y cinco mil en Uruguay. Esto supone un total de 150 mil hectáreas en la región. El objetivo es llegar a 500 mil hectáreas en los próximos años. Lo primero que la vista aprecia es una mayor producción de pasto y eso se transforma pronto en una mayor producción de carne.
Fuente: Pixabay
Se trata también de una alternativa para el mercado de bonos de carbono. En la actualidad, es posible obtener hasta 40 dólares por hectárea mediante el secuestro de carbono. Las proyecciones indican que el precio de la tonelada de carbono seguirá aumentando porque muchas empresas de Europa y de Estados Unidos están tomando compromisos ambientales y tienen que salir a comprar créditos.
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El sector ganadero siempre fue más lento para hacer cambios tecnológicos (con respecto a la agricultura), aunque eso ha comenzado a cambiar. Sin embargo, por ahora, en Argentina, existen varios programas para forestar, pero muy pocos destinados a pastizales.