El turismo del futuro: regenerando destinos y sosteniendo el planeta

En esta travesía hacia la sostenibilidad vinculada al turismo, surgen dos conceptos clave: el turismo sostenible y el turismo regenerativo, cada uno delineando un futuro más prometedor para la industria del viaje.

El turismo sostenible se refiere a una forma de viajar que tiene en cuenta el impacto ambiental, socioeconómico y cultural que genera en los destinos visitados. Busca minimizar los efectos negativos del turismo en el medio ambiente, preservar la cultura local, apoyar a las comunidades locales y generar beneficios económicos de manera equitativa.

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Sin embargo, el panorama evoluciona hacia una visión más ambiciosa: el turismo regenerativo. Este enfoque va más allá de mitigar el daño; busca dejar una impresión positiva, revitalizando ecosistemas, comunidades y culturas locales. El compromiso es preservar los recursos naturales y culturales para las generaciones futuras, reconociendo que el turismo no solo puede ser una forma de explorar el mundo, sino también de cuidarlo y regenerarlo.

El turismo regenerativo es una evolución del concepto de turismo sustentable. Se centra en la idea de dejar un impacto positivo y regenerativo en los destinos turísticos, es decir, contribuir activamente a la mejora y restauración de los ecosistemas, comunidades y culturas locales.

Puede involucrar acciones como la restauración de ecosistemas dañados, la promoción de la agricultura regenerativa, la inversión en proyectos de desarrollo comunitario, el apoyo a la conservación de la biodiversidad y la participación activa de las comunidades locales en la toma de decisiones turísticas.

¿Tenemos algún ejemplo en Argentina? 

Claro que sí, y sobre eso hablé con Román Murzyla, que lleva adelante el proyecto de convertir el sitio Ramsar Jaaukanigás en Santa Fe en un parque nacional. 

Román cuenta que trabaja en el municipio de Villa Ocampo hace 12 años, en el área de turismo, desde donde identificaron a Jaaukanigás como un punto clave para el desarrollo del ecoturismo. Allí se trabajó en la realización de un plan estratégico a nivel local, creando circuitos de ecoturismo que incluye a la reserva natural El Pindó, el mirador en altura El Quencho y el mirador Los Yacarés entre otras cosas.

Cuenta que allí se creó la Fiesta Nacional de los Humedales, que se celebra hace 11 años cada 2 de febrero, en el marco del Día Internacional de los Humedales. "Esta fiesta tuvo mucho que ver en la toma de conciencia y en el conocimiento de lo que es el sitio y de los valores que tiene el humedal para la vida, así como la importancia del sitio y del desarrollo del ecoturismo".

Gracias a ello, hoy en día, Villa Ocampo es muy visitado por gente de la región y del país para hacer fotografía de aves, senderismo, kayak, bicicleta, paseo en lancha, entre otros, lo que provocó que se pasara "de una tradición de Santa Fe que estaba vinculada con el turismo de pesca, a un turismo vinculado con el cuidado de la naturaleza y la familia". Allí funciona la Cooperativa de Ecoturismo Portal del Humedal  que es la primera cooperativa de ecoturismo de la Provincia de Santa Fe, que busca adaptar el complejo para reducir su impacto ambiental al mínimo, por ejemplo, a través de la instalación de paneles solares que generan energía, de termotanques solares para calentar el agua y biodigestor para el tratamiento de residuos orgánicos y producción de gas para uso interno, entre otras cosas.

¿Es un caso aislado el de Villa Ocampo? "A nivel nacional e internacional hay una tendencia de proteger estos ambientes, de abandonar la visión del ser humano separado de la naturaleza y de reconocer que el turismo practicado de una forma sustentable trae beneficios ambientales, sociales y económicos".

Todos se ven beneficiados por el turismo sustentable y es por eso que desde la región sostienen la ilusión de dar un paso más. La protección del sitio y de las especies que lo habitan requiere de su transformación en Parque Nacional, proyecto que aún se encuentra en la Cámara de Diputados de la Provincia.

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Para que todo esto suceda, los gobiernos tienen un papel fundamental en la promoción del turismo sostenible y regenerativo, son quienes deben "marcar políticas que perduren en el tiempo y que proyecten una actividad sustentable, tanto a nivel local como municipal y nacional, con un plan de desarrollo en el que se pueda trabajar a futuro", como dice Román.

¿Qué puede hacer el estado?

• Identificar y promover destinos que tengan potencial para desarrollar prácticas regenerativas, basados en sus recursos naturales, culturales y capacidades locales.

• Crear planes y estrategias específicas que fomenten el turismo regenerativo, considerando la conservación del entorno, la participación comunitaria y la revitalización de áreas degradadas.

• Establecer marcos legales y regulaciones que apoyen e incentiven prácticas regenerativas, incluyendo estándares ambientales, programas de certificación y apoyo a proyectos sostenibles.

• Implementar límites de capacidad y control de acceso a áreas sensibles para proteger ecosistemas y evitar la degradación por turismo masivo.

• Proporcionar financiamiento específico para proyectos regenerativos, ofreciendo subvenciones o créditos con condiciones favorables para iniciativas sostenibles.

• Establecer incentivos fiscales para empresas turísticas que adopten prácticas regenerativas y contribuyan al desarrollo sostenible de los destinos.

• Implementar programas educativos para operadores turísticos, comunidades locales y turistas sobre la importancia y métodos del turismo regenerativo.

• Ofrecer capacitación técnica y en habilidades a las comunidades locales para participar activamente en proyectos turísticos regenerativos.

• Establecer sistemas de monitoreo para medir el impacto positivo generado por el turismo regenerativo en términos ambientales, socioeconómicos y culturales.

• Evaluar continuamente las políticas implementadas, adaptándolas según los resultados y mejorando las estrategias para maximizar los beneficios regenerativos.

Al impulsar estas acciones, los gobiernos pueden desempeñar un papel crucial en la creación de un entorno propicio para el turismo sostenible y regenerativo, asegurando un equilibrio entre el crecimiento económico, la conservación del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.

De la misma forma, hay muchas maneras en las que los turistas pueden contribuir al turismo regenerativo y reducir su impacto ambiental. 

¿Qué podés hacer como turista?

• Optar por destinos que promuevan prácticas regenerativas, como áreas protegidas, reservas naturales o comunidades locales comprometidas con la sostenibilidad.

• Respetar las normas y la cultura local, así como los ecosistemas naturales, evitando actividades que puedan dañarlos.

• Preferir productos locales y sostenibles, minimizando el uso de plásticos y apoyando a negocios y proveedores comprometidos con prácticas responsables.

• Participar en actividades de voluntariado que contribuyan a la restauración ambiental o al desarrollo de comunidades locales, colaborando con proyectos regenerativos.

• Educar a otros viajeros sobre la importancia del turismo regenerativo, compartiendo experiencias y promoviendo prácticas responsables.

• Preferir alojamientos certificados por estándares de sostenibilidad o con políticas claras de conservación y responsabilidad social.

• Elegir actividades turísticas que respeten la naturaleza y la cultura local, evitando aquellas que exploten la vida silvestre o generen impactos negativos.

• Mantener el apoyo a iniciativas regenerativas incluso después del viaje, a través de donaciones o seguimiento de proyectos que se hayan apoyado durante la visita.