¿El Santo Grial para la minería? Techint desaliniza agua del Pacífico y la inyecta a 3.000 metros de altura
La compañía multinacional de origen argentino está construyendo una planta de desalinización y un acueducto que suministrará agua a tres grandes minas del norte del país para Codelco (Corporación Nacional del Cobre).
Techint Chile va a suministrar agua dulce a los yacimientos cupríferos de Radomiro Tomic, Chuquicamata y Ministro Hales.
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Se va a erigir una planta desalinizadora con una capacidad de 840 litros por segundo y con potencial de expansión a 1.956 litros por segundo. Gracias a esta planta, habría una reducción del 60% del consumo de aguas continentales para 2030. Los trabajos contemplan obras marítimas y un novedoso sistema de impulsión del agua a través de aproximadamente 160 km de tuberías.
¿Cómo es el proceso de desalinización?
El agua de mar será captada mediante dos tuberías que se extenderán 740 metros océano adentro.
Cuando llegue el líquido marino a la planta desalinizadora, pasará por un sistema de membranas semipermeables y, a través de un proceso llamado ósmosis inversa, las sales serán separadas del agua.
La salmuera será devuelta al mar mediante un emisario de 550 metros de cantidades reguladas, con el uso de difusores para preservar el medio ambiente.
El agua desalinizada y con calidad industrial será bombeada hasta más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
La primera estación de bombeo impulsará el agua hasta los 1.100 m de altura. La segunda, otros 800 metros y la última los 1.300 metros restantes hasta llegar al reservorio industrial. Esta última pileta tendrá una capacidad de 250.000 m3 y desde allí, se distribuirá el material filtrado a dos estanques artificiales más pequeños.
El proyecto incorporará 5.000 personas en su punto máximo de actividad, entre personal propio y subcontratado.
Consultada por Carbono.news, Jadille Mussa, académica de la Escuela de Arquitectura y Paisaje de la Universidad Central de Chile, sostuvo: "El tratamiento del agua de mar es una buena solución para la minería y para la sociedad. Es una de las mejores opciones ambientales para las zonas desérticas. Se trata de ecosistemas únicos, frágiles. Pero, si las desalinizadoras vierten toda la sal separada al mar sin tratamientos adecuados podrían afectarlo. Hay que ser muy cuidadosos".