Día del Océano: conocer para preservar los últimos ecosistemas marinos salvajes del planeta
Los intentos de proteger la Península Mitre llevan más de 32 años. Este lugar único en el mundo por sus paisajes y sus ecosistemas se encuentra en el extremo sureste de Tierra del Fuego. Es el mayor punto de captura de carbono de Argentina por sus humedales de turba.
*Por Sin Azul No Hay Verde
El océano es el origen y el motor de la vida de este planeta que, aunque se llama Tierra, está cubierto en más de un 70% por agua. El océano ocupa más de las tres cuartas partes de la superficie de su superficie, contiene el 97% de su agua, representa el 99% de su espacio vital y es el sumidero de carbono más grande. También es una fuente de alimento y empleo para millones de personas. Sin embargo, se considera que en el océano ya casi no quedan espacios libres de impacto humano y la alarmante pérdida de biodiversidad marina está debilitando los ecosistemas afectando el rol fundamental que cumple el océano como regulador ecológico y climático global.
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Argentina cuenta con 6.816 km de costa, el 36% de su territorio es mar. La biodiversidad que alberga la costa patagónica podría clasificarse como única. El mar patagónico es uno de los mares más productivos del mundo gracias a la variedad de ecosistemas costeros y a una extensa plataforma continental de poca profundidad que hace que el "bloom" (la proliferación) de fitoplancton sea 3 veces mayor que la media de los océanos a nivel mundial. También es uno de los últimos refugios globales de agua fría del planeta. Sin embargo, solo un 8,2% del Mar Argentino está protegido de alguna manera.
Península Mitre: ¿por qué debe ser protegida?
Hoy 8 de junio, en el marco del Día Internacional de los Océanos, compartimos la experiencia de Yago Lange, atleta olímpico, Marcela Witt, kitesurfer y Marko Magister, fotógrafo, quienes hace tres años emprendieron un viaje que los llevaría por distintos puntos del país en su travesía a la Antártida. En este camino, en cada punto que visitaban, se vincularon con las comunidades y con el resto del mundo a través de imágenes, videos e historias, tratando de transmitir su amor por la inmensidad del océano y su preocupación por el impacto de la crisis climática que aumenta año tras año.
¿Por qué? Porque es muy difícil cuidar lo que no se conoce y al conocer, todos podemos ser agentes de cambio para proteger un planeta en riesgo.
En su recorrido, este equipo pasó por Chubut y Santa Cruz hasta llegar a Tierra del Fuego donde navegó por el Canal de Beagle hasta la Península Mitre.
La historia de la protección de la Península Mitre tiene más de 32 años. Este lugar único en el mundo por sus paisajes y sus ecosistemas se encuentra en el extremo sureste de la provincia. Es el mayor punto de captura de carbono de Argentina por sus humedales de turba y resguarda uno de los pocos ecosistemas marinos que no se han visto alterados por el hombre. Sus aguas albergan el 50% de los bosques de macroalgas del país.
Los bosques de macroalgas son los ecosistemas más biodiversos del planeta, una sola alga gigante puede albergar más de 800 especies. Son sitios de cría y alimentación para miles de especies. Cumplen un rol fundamental en la mitigación del cambio climático por su gran capacidad de secuestrar CO2. También ayudan a reducir las corrientes y la fuerza de las olas, protegiendo las costas de la erosión y del daño causado por tormentas e inundaciones.
En los últimos 50 años, se ha perdido casi el 40% de los bosques de macroalgas en el mundo. Estos poderosos ecosistemas disminuyen entre dos y cuatro veces más rápido que los bosques tropicales o los arrecifes de coral. Un estudio reciente consideró que el mar patagónico es uno de los últimos refugios globales de agua fría para este ecosistema. Proteger los bosques de la Península Mitre es una necesidad y una responsabilidad, no solo para los fueguinos y argentinos, sino para el mundo.
El último destino del equipo antes de llegar a la Antártida fueron los fiordos y glaciares chilenos de la Cordillera Darwin y del Cabo de Hornos. Esta zona constituye uno de los pocos lugares de Chile que actualmente permanece sin impacto humano, al igual que la Península Mitre, pero con una gran diferencia, Cabo de Hornos se encuentra protegido.
Todos podemos ser agentes de cambio, inclusive ayudando a visibilizar la importancia de proteger estos lugares salvajes. El océano es uno solo, lo que hagamos o dejemos de hacer genera una diferencia.
Sé parte. Por el Área Natural Protegida Península Mitre.
Podés adherir a la proclama popular para expresar tu voluntad de que Península Mitre sea Área Protegida declarada por ley de la Legislatura de la provincia de Tierra del Fuego haciendo click aquí.