Con satélites, barcos, submarinos y aviones, Ecuador enfrenta a los pesqueros ilegales
Gracias a la administración nacional, según el presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, Bruno Leone, en el último año lograron "mantenerlos a raya".
La reserva marina de Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad declarado por la UNESCO por su enorme biodiversidad, está enfrentando la peligrosa amenaza de los buques pesqueros ilegales que agravan aún más las consecuencias del cambio climático que ya atenta a varias especies. Sin embargo, gracias a la administración nacional de Ecuador, estos barcos están pudiendo ser controlados.
Los numerosos barcos pesqueros internacionales se hallan en el borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país ecuatoriano. La flota invasora de unidades congeladoras e industriales se triplicó en la última década según datos del Ministerio de Medio Ambiente con sede en Quito.
Además, el cambio climático sumado a la contaminación por desechos sólidos y líquidos conspira contra especies que se muestran muy disminuidas en la actualidad: tiburones, tortugas marinas y atunes.
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Ecuador es uno de los tres países que más exportan conservas de atún en el mundo, con una capacidad de procesamiento de cerca de 500 mil toneladas al año. Posee la flota extractiva más grande del Pacífico Oriental.
La organización internacional Oceana ha estado siguiendo los movimientos de numerosas unidades chinas y descubrió la existencia de más de 300 embarcaciones que se mueven también por las costas de Perú y Chile. Además, los expertos de la mencionada ONG estiman que el gigante asiático cuenta con unas 17.000 embarcaciones distribuidas en los cinco continentes y que son responsables del 40% de la pesca en todo el planeta.
Consultado por Carbono News, Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería de Ecuador, explicó su actual preocupación: "Los barcos chinos vienen en esta época del año en busca de calamar. Es una especie migratoria y muy valiosa que ingresa junto a las aguas frías de la corriente de Humboldt. Las naves invasoras se acercan peligrosamente a la ZEE de Ecuador y a Galápagos".
Sin embargo, el funcionario explicó que están bien equipados para controlar esta problemática: "Por suerte, la administración nacional vigila esta problemática de dos formas: de manera satelital y con la presencia física de la Armada. Durante dos o tres meses, en la temporada alta del calamar, debemos estar muy atentos con nuestros guardacostas, submarinos y aviones para detenerlos o disuadirlos para que dejen nuestras aguas".
Además, añadió: "En el último año hemos logrado mantenerlos a raya. Los potenciales invasores solamente han podido trabajar en aguas internacionales. Con la vigilancia satelital que hemos adquirido todo se hizo más fácil. Un software que fue desarrollado en Canadá resultó sumamente efectivo a la hora de relevar la presencia de navíos indeseados en nuestras aguas".
Por otro lado, en tierra, Ecuador tiene casi 300 inspectores de pesca que verifican las descargas en los puertos de desembarque.
El barco chino capturado en Galápagos tenía tiburones en peligro de extinción
Recientemente, un estudio publicado en Nature realizado por el Parque Nacional Galápagos, el Galapagos Science Center de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y la Armada del Ecuador demostró que el buque frigorífico chino Fu Yuan Yu Leng 999, atrapado en 2017 dentro de la Reserva Marina de Galápagos (RMG) tenía tiburones prohibidos de capturar.
La investigación analizó los restos de 929 tiburones de los 7.639 que estaban en el buque y, entre ellos, encontraron 12 especies de las cuales nueve están en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y ocho están protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
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La especie de tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) fue de la que se halló mayor cantidad, precisamente el 28%. Esto no es casual ya que estos ejemplares catalogados como "vulnerables" por la UICN, según el informe, fueron reportados "como la segunda especie más abundante en los mercados de Hong Kong y Guangzhou en China, los centros minoristas de aletas de tiburón más grandes del mundo".
Una de las conclusiones del estudio fue que la pesca de tiburón está impulsada por el comercio de las aletas de estos animales que son consideradas "manjares" para una parte de la población asiática y, por su pesca indiscriminada, es la principal causa de la disminución de la población de la especie de tiburón sedoso.