Buques pesqueros chinos amenazan el Mar Argentino
Buscan, sobre todo, calamar, en las aguas nacionales.
Un total de 27 barcos pesqueros chinos permanecen en la milla 201 -epicentro mundial de la pesca ilegal que bordea la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEE Argentina)- y amenazan los recursos naturales del Mar Argentino, confirmó oficialmente la marina chilena.
Parte de la armada clandestina del gigante asiático que saqueó las aguas en las Islas Galápagos, Perú y Chile a mediados de 2020 cruzó el Estrecho de Magallanes para unirse con otras 10 naves llegadas desde Sudáfrica.
¿Qué tipo de recurso ictícola están buscando? Fundamentalmente, vienen por el calamar. Por eso, desplegarán sus redes por lo menos hasta marzo, cuando se termina la temporada de pesca de este molusco.
En diálogo con Carbono.news, el oficial de Marina Mercante e investigador de esta actividad, Roberto Maturana, señaló que "el pasivo ambiental que se genera es casi incalculable".
"Serían miles de millones de dólares cada año. El calamar es el alimento principal de especies como la merluza. Los pingüinos y muchas otras variedades de la fauna marina también dependen de estos ejemplares. Junto con el plancton, el calamar es la base de la cadena alimentaria del Atlántico Sur", explicó.
¿Dónde va a parar estos codiciados recursos? "Por lo general, lo extraído de la Argentina va a parar al Uruguay, al puerto de Montevideo. Luego, tienen como destino la Unión Europea y los Estados Unidos. En esos mercados muchas veces se comercializa bajo la denominación ‘made in China' el calamar que se pescó de forma ilegal en nuestros mares", agregó Maturana.
Depredación global
En total las naves de la República Popular China suman 17.000 unidades pequeñas, medianas y grandes que navegan en busca de alimentos. La voracidad del Dragón con sus congeladores y refrigeradores atenta contra los pobladores locales que viven de las capturas cerca de las costas.
En el continente africano, por ejemplo, afectaron gravemente a países como Liberia debido a redadas descontroladas. A sus costas arribaron una escala inusitada de "súper jabegueros" (embarcaciones que arrastran sus redes para cazar en aguas profundas y son sumamente depredadoras).
Un índice que mide la pesca ilegal es elaborado cada año por Global Initiative, una ONG compuesta por 500 líderes en derechos humanos a nivel planetario. El año pasado, 2019, Bélgica fue reconocido como el país mejor calificado y China tuvo el peor comportamiento.
Durante las últimas dos décadas, China ha gastado miles de millones de dólares en apoyar su industria pesquera. El gobierno de Pekín ayuda a cubrir el costo de los nuevos motores y de los cascos de acero más duraderos.
Mientras las flotas reciban asistencia financiera para la sobrepesca, los expertos dicen que es imposible una actividad sostenible.
Uno de los funcionarios designados por Naciones Unidas para estudiar este fenómeno, Peter Thompson, no pudo ser más directo a la hora de explicarlo: "Para decirlo sin rodeos, esto es similar a pagar a los ladrones para que roben la casa de un vecino".