Barcos chinos desaprensivos contaminan las Islas Galápagos, patrimonio de la humanidad
Una investigación de la cartera de Medio Ambiente de Ecuador ha demostrado que los residuos que llegan a las costas de la isla provienen principalmente de embarcaciones bajo bandera china que pescan en aguas internacionales.
Las embarcaciones que todos los años buscan calamares gigantes tienen prohibido arrojar cualquier tipo de plástico al mar. Sin embargo, se han encontrado botellas y latas de aceite con caracteres chinos amontonadas a orillas del inigualable Archipiélago de Galápagos.
Investigadores ecuatorianos encontraron, además, plásticos en los estómagos de peces, iguanas, leones marinos, tiburones, tortugas y atunes que terminan asfixiados.
El laboratorio viviente en el que el científico inglés Charles Darwin desarrolló su famosa teoría sobre la evolución recibe casi cinco toneladas de desechos no degradables por semana y casi la mitad de los envases encontrados tienen etiquetas chinas.
El territorio insular está situado a unos mil kilómetros de las costas continentales, pero los derivados de los hidrocarburos no reconocen distancias ni fronteras.
Temporadas de captura y contaminación
Una flota compuesta por 300 grandes unidades industriales que realizan pesca masiva de calamar llega cada año al Pacífico Sur buscando a esa especie especialmente protegida por el gobierno de Ecuador.
La plataforma Global Fishing Watch alertó acerca de que los invasores triplicaron su presencia en estas aguas durante la última década.
Por su parte, expertos de la ONG Oceana estiman que China cuenta con unas 17.000 embarcaciones distribuidas en los cinco continentes que son responsables del 40% de la pesca en todo el planeta.
Mirá también: Buques pesqueros chinos amenazan el Mar Argentino
Los barcos bajo la bandera del Dragón vienen en esta época del año en busca de peces migratorios muy valiosos que ingresan a las islas Galápagos junto a las aguas frías de la corriente de Humboldt.
Consultado por Carbono,news, el investigador de pesca marítima Roberto Maturana expresó: "La flota china no respeta las normas anti polución que rigen a nivel internacional. Se trata de tripulaciones completamente indolentes cuando están lejos de sus propios mares. En su región, se cuidan mucho, porque podrían ser gravemente sancionados, pero, en el resto de los océanos, vacían sus sentinas y tanques de gasolinas sin miramientos. Además, limpian sus salas de máquinas derramando hacia las aguas sin jurisdicción todo lo que no les sirve".
"De acuerdo a las leyes que rigen la navegación, deberían utilizar separadores de aguas para que los lodos contaminantes vayan a un tanque especial de color negro. Luego, en tierra, esas toneladas acumuladas deberían ser llevadas por un camión para ser neutralizadas lejos de la costa. Sin embargo, los barcos chinos jamás lo hacen. Deberían llevar un libro sobre la basura que generan, ya que solamente las orgánicas, luego de ser molidas, podrían ser arrojadas al mar. La flota china, cuando amarra, casi nunca pide que le alcancen containers especiales para depositar allí sus desperdicios"
Las autoridades ecuatorianas monitorean de manera satelital los movimientos de cada uno de los invasores, pero se les hace imposible evitar que los marineros diseminen en las aguas saladas materiales completamente tóxicos para la fauna ictícola local.