Sin un plan definido de transición energética, la justicia argentina autorizó la exploración de petróleo offshore a 300 km de Mar del Plata: cómo sigue la disputa judicial

A pesar de los pedidos internacionales de "no abrir ni un solo pozo petrolero más" y de los informes científicos que señalan los peligros para la biodiversidad que traería la explotación de hidrocarburos en el Mar Argentino, a 300km de Mar del Plata, la justicia argentina avaló la exploración de gas y petróleo en el océano, para identificar si conviene o no perforar el suelo marino y dónde.

Los discursos son siempre los mismos. A favor: más trabajo, progreso, dólares por la exportación de petróleo. En contra: la pérdida de biodiversidad, el peligro inminente para la pesca artesanal, los derrames de petróleo. ¿Quién tiene razón? Los datos:

- Según un estudio de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, de realizarse explotación petrolera en la plataforma argentina, la ocurrencia de derrames es del 100% y eso incluye derrames de grandes cantidades.

- Ya hubo enormes y peligrosos derrames en otros países que trajeron devastadoras consecuencias. El peor desastre ocurrió el 20 de abril del 2010, cuando en el Golfo de México explotó la plataforma petrolífera 'Deepwater Horizon', de la multinacional británica British Petroleum en el que se derramó unos 795 millones de litros sobre el Océano Atlántico.

- No hay licencia social para llevar adelante este proyecto: en las audiencias públicas, el rechazo popular fue mayor al 95%.

- Incumple con las leyes ambientales del país.

- No hay ninguna especificación de qué se haría con los dólares que entrarían al país tras exportar estos hidrocarburos. Lo que lleva a lo siguiente: ¿cómo se puede cumplir con los acuerdos internacionales asumidos? ¿La plata iría para financiar la transición energética?

Hasta ahora, las actividades extractivas en el país solo dejaron más desigualdad y pobreza. Las promesas de empleos se pierden apenas terminan los primeros trabajos que necesitan más mano de obra. Basta solo con mirar los números del agronegocio, de la megaminería o, especialmente, del fracking en Vaca Muerta que necesita enormes subsidios estatales para ser "rentable".

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Enrique Viale, abogado ambientalista, escribió en este medio, un tiempo atrás: "Las empresas petroleras utilizan la técnica conocida como exploración sísmica para encontrar petróleo en el fondo marino. Según la organización Greenpeace, que hace mucho tiempo viene monitoreando las actividades sobre el Mar Argentino, las exploraciones sísmicas funcionan efectuando disparos submarinos con cañones de aire que crean ruidos muy fuertes, que provocan un impacto en más de 300.000 km2, una superficie equivalente a toda la provincia de Buenos Aires. Las ondas sonoras de estos disparos viajan al fondo del océano, se reflejan y son captadas por sensores remolcados detrás del buque de exploración. Los datos recolectados se utilizan para crear mapas del fondo marino detallados, que las compañías petroleras usan para determinar las ubicaciones para la perforación".

Por su parte, la activista de XR Argentina, Julieta Itzcovich, señaló a Carbono.News que la Corte Suprema de Justicia de la Nación "puede tomarse mucho tiempo en atender". "Y esto es urgente, por lo que el pueblo tiene que seguir movilizándose para echar definitivamente a las empresas que quieren explotar el mar. No podemos esperar a que ya esté la plataforma construida en el mar y estén los barcos instalados llevándose el petróleo. Tenemos que hacer todo lo posible ahora para evitar que eso ocurra. Y eso implica mucho más que solo hacer una marcha multitudinaria una vez por año", agregó.

El 4 de cada mes, los vecinos de las costas bonaerenses, especialmente, los marplatenses, salen a las calles a pedir justicia por el mar y por ellos mismos. El recurso de queja extraordinaria presentado directamente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) no tiene, a priori, un efecto suspensivo.

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En enero, en plena feria judicial, la Cámara Federal de Mar del Plata habilitó las exploraciones sísmicas en las aguas jurisdiccionales argentinas sobre el Oceáno Atlántico. Por eso, el 1 de febrero, un conjunto de abogados ambientalistas, científicos y activistas presentaron un recurso de queja extraordinaria ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra esta sentencia.

Desde Naturaleza de Derechos -organización formada por abogados que defienden el mar-, afirman: "Se solicita a la Corte Suprema que le imprima a la Queja un efecto suspensivo de la sentencia de la Cámara Federal de Mar del Plata, ante el peligro inminente que representan los bombardeos sonoros de las exploraciones sísmicas en las poblaciones de Ballenas Francas Australes y fauna marina que habitan el área marítima alcanzada".

"Se le manifiesta a la Corte Suprema que el caso reviste relevancia significativa ambiental y climática transgeneracional con gravedad institucional en razón que el Estado Nacional viola un amplio espectro del orden público ambiental y climático e incumple, a su vez, compromisos internacionales asumidos en relación al Cambio Climático, y que como tal, es fundamental que declare la causa como apta para la actuación de Amigos del Tribunal, en los términos de la Acordada 7/2013 del propio Tribunal".

"Dicha Acordada prevé ese mecanismo de participación en los casos en que se debatan cuestiones de trascendencia colectiva o interés general, tal como sucede en el caso, resultando conveniente también la designación de una audiencia con difusión pública, para que se analice la integralidad del proyecto extractivo como una unidad, algo que precisamente el Estado Nacional no cumplió - ayudado luego por la Cámara Federal de Mar del Plata - con el ardid de ocultar y desorientar a la población sobre su real alcance e implicancias, que hacen evidente su absoluta inconveniencia e insostenibilidad ambiental y climática", sumaron.

Sin embargo, el Gobierno continúa licitando pozos petroleros en distintos puntos del Mar Argentino.

Tras una larga disputa judicial -que sigue en pie- la justicia marplatense rechazó el Recurso Extraordinario que habían solicitado los abogados cuando levantaron la medida cautelar que protegía el mar, por eso la última acción fue el recurso de queja.

Todos saben que las petroleras no quieren retroceder, pero la lucha popular judicial sigue. Como dijo Julieta, la activista rebelde, es necesario que el rechazo sea aún mayor y que el reclamo se sienta en las calles para ejercer presión a una medida que no ocupa -como debería- lugar en la agenda mediática argentina.