Profesionales para el planeta: crecen en Latinoamérica las carreras universitarias con orientación ambiental
Las universidades se suman a la ola verde de la sostenibilidad ambiental. En Latinoamérica hay numerosas opciones de formación para quienes quieren ir más allá del activismo.
En un mundo natural cada vez más dañado, fruto de una crisis socioambiental sin precedentes, cada vez se necesitan más profesionales que se desempeñen en las áreas de mitigación del cambio climático, en adaptación, en energías renovables y en la salud ambiental y de las poblaciones. En América Latina existen formaciones para aquellos que quieren revertir el sistema actual y avanzar en un desarrollo sostenible y ecológicamente posible en la región.
Otra forma de producir alimentos en "el granero del mundo"
La Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), en Viedma, Argentina, dispone de algunas carreras comprometidas con la sustentabilidad. La Licenciatura en Agroecología es una buena opción si el estudiante está interesado en nuevas formas de producir en una región en la que el sector agropecuario causa deforestación y emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
La coordinadora de esta formación es Paula Gabriela Núñez. Cuenta que la idea de esta novedosa licenciatura, que se estudia en El Bolsón, surgió en 2014 en articulación con una tecnicatura en Producción Vegetal Orgánica. Con un promedio de 65 alumnos matriculados, este último año creció a 85.
"Se busca promover modelos de agricultura sustentable en todas las escalas, de bajo impacto ambiental, respetando los modelos productivos y los recursos de cada región, teniendo en cuenta el factor humano, sociocultural y económico", explica la docente a Carbono News.
Según ella, la intención es desarrollar una formación que se haga responsable de la contaminación y desigualdad que genera el sector agropecuario, sobrepasando una solución desde las ciencias agrarias, "la agroecología se inscribe también en una nueva relación con la sociedad", sigue.
"Diversos estudios demuestran que la agricultura tal y como se desarrolla actualmente genera desigualdades cada vez más grandes, además del impacto de los procesos de fumigación o de sojización", agrega. Para Nuñez, la desigualdad no sólo se debe a la población que debe migrar, sino que dentro de los propios espacios rurales las desigualdades de género se están profundizando.
"Esta formación para Argentina es central. Se necesita como espacio de reflexión porque buena parte de las producciones agropecuarias hoy en día se desconocen, a pesar de ser las de mayor sustentabilidad, como por ejemplo la producción rural llevada a cabo por mujeres en clave ecofeminista", sostiene Núñez. Según la coordinadora, muchas de ellas son consideradas como folklore y no verdaderas formas de producción alternativas.
La salud humana y la del ambiente están conectadas
La Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), en Concepción del Uruguay, propone una carrera fundamental para comprender las relaciones entre el ambiente y la salud de las poblaciones, un nexo que muchas veces pasa desapercibido. La carrera de Salud Ambiental sistematiza estas conexiones, abordando las causas ambientales de las enfermedades.
El coordinador de la formación es Aldo Costa,para él la idea es proteger la salud humana a partir del ambiente, "teniendo en cuenta que todas las modificaciones ambientales y las actividades humanas van a repercutir siempre en la salud de las personas, la principal idea es prevención de enfermedades", explica.
"Las problemáticas que abordamos en la licenciatura no son todas iguales, las analizamos por regiones y comprendemos si son puntuales o locales, como por ejemplo la zoonosis del dengue, el zika o el chikungunya, que está afectando a la zona cercana a los trópicos o cuáles son problemáticas globales como el calentamiento global", cuenta Costa a Carbono.
La carrera surgió como una demanda desde la municipalidad de Concepción del Uruguay hacia la UNER. El municipio requería de un curso de formación dirigido al personal que trabajaba en la recolección de residuos, "las personas tenían problemas ergonómicos de subir y bajar del camión y generados por los mismos desechos", recuerda Costa. Además por aquella época, en los 90, la ONU promovía carreras nuevas. Entonces la UNER armó un curso que se llamó Salud Ambiental, que luego se convirtió en una carrera, ya que actualmente existen muy pocas opciones de formación con este enfoque. "Con los años se convirtió en tecnicatura y desde hace cinco ofrecemos la Licenciatura de Salud Ambiental", agrega el coordinador.
"La salud de las personas no es algo estanco, cerrado, siempre va a estar en relación con el ambiente", resalta.
Costa sostiene que es una formación muy valiosa y que sirve para complementar el trabajo del médico, del arquitecto o del urbanista. Por ejemplo, el profesional de salud ambiental puede trabajar en atención primaria desde la perspectiva del ambiente, "es el que puede hacer el relevamiento ambiental para los centros de salud, puede identificar los focos de contaminación que puede haber en una región y cómo tratar esa contaminación para que deje de afectar a la salud humana".
El coordinador pone un ejemplo: en Entre Ríos existen cinco industrias frigoríficas que son focos de contaminación para el río, porque tiran desechos. Cada industria afecta al sistema fluvial como lo haría una ciudad, "entonces son los profesionales de salud ambiental los que trabajan para que esto no suceda", cuenta.
También es el que se encarga de realizar evaluaciones ambientales para cualquier industria o emprendimientos privados o públicos que requieran instalarse en el territorio, por ejemplo un hospital, que genera residuos patológicos y tienen que ser tratados separados de otros residuos residenciales. Otra de sus funciones es diseñar espacios verdes junto con profesionales como arquitectos, para que se usen y que sean buenos para la salud. "El profesional de salud ambiental es el que hace el nexo, el que desata nudos y trata de resolver situaciones potencialmente peligrosas para la salud desde la perspectiva del ambiente", cierra Costa.
En Argentina existen otras opciones, por ejemplo, la Universidad de San Martín (UNSAM, en Buenos Aires) oferta las carreras de Agrobiotecnología, Agrobiotecnología, Ingeniería ambiental y Biotecnología. En la Universidad de Quilmes (UNQ, en Buenos Aires) se desarrolla el Diploma de Postgrado en Bases y herramientas para la gestión integral del cambio climático y en la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF) la diplomatura universitaria de Gestión integral del cambio climático.
Ecología para un país megadiverso
La Universidad de Antioquia, en Colombia, se suma a la formación sustentable latinoamericana y ofrece tres licenciaturas: Grado en Gestión en Ecología y Turismo, Grado Oceanografía y Grado en Ecología de las Zonas Costeras. Tres formaciones que ponen el foco en resolver los problemas derivados de las actividades humanas en los océanos y en las costas de los ríos y los mares colombianos.
En la década de los 90 se creó el Ministerio del Medio Ambiente, se fortaleció el Sistema Nacional Ambiental -SINA- y también se sintió la necesidad de investigar los problemas ambientales de la zona de Urabá. Estas tres situaciones exigieron la formación de profesionales en el área de la biología con énfasis en los aspectos ambientales que los capacitara para evaluar los problemas y plantear soluciones. Es por eso que se puso en marcha la Licenciatura de Ecología de las Zonas Costeras.
"En la mayoría de las áreas costeras del país, los problemas generados por el aprovechamiento inadecuado de los recursos naturales y el bajo nivel de sensibilización ambiental, son similares", sostienen desde la coordinación.
Otro de los problemas que identificaron desde la universidad fueron los impactos del turismo en las áreas naturales de Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo. El programa de Gestión en Ecología y Turismo, pretende formar a profesionales capaces de llevar el turismo hacia la sostenibilidad.
"La idea era emprender un trabajo consciente de la actividad turística con verdadero sentido de preservación y cuidado de los bienes naturales, de los valores históricos y culturales mejorando y elevando la calidad de vida de la población", afirma Adriana Bermúdez, coordinadora de la carrera, a Carbono News.
"Requiere la generación de acciones y procesos que involucren a las comunidades locales, permitiendo mejorar la calidad de vida y la protección y conservación de los recursos que los rodean", explican desde la coordinación. El egresado podrá desempeñarse en instituciones públicas y privadas, como coordinador y gestor de áreas turísticas y ambientales, asesor o investigador en turismo.
"Colombia es una país donde la actividad turística es muy importante por la gran cantidad de recursos que el país tiene en todos los sentidos, sin embargo es importante que las personas que tienen interés en hacer parte de esta actividad la desarrollen de manera sostenible y con una mirada más amplia de la mera administración o beneficios económicos, sino también sobre el aprovechamiento y manejo de los atractivos y el beneficio de las comunidades, donde todos ganan", suma Bermúdez.
Nuevas energías en México
En la Universidad Nacional Autónoma de México existen dos opciones para los amantes de las energías no contaminantes y para aquellos interesados en el desarrollo sustentable.
Una de ellas es la Ingeniería en Energías Renovables. Desde la dirección de la Licenciatura explican que se trata de "una carrera multidisciplinaria que surge como respuesta a los grandes retos energéticos y la problemática ambiental mundial, que demandan profesionales que atiendan las necesidades del sector energético y el desarrollo sustentable, con responsabilidad social". Entre las materias que el alumnado estudiará se encuentran: Sustentabilidad Mundial y Regional, Energía solar, Eólica, Hidroenergía, Biocombustibles, Sociología o Psicología ambiental.
Una formación que tendrá mucho que decir en un país cuya matriz energética está transformándose poco a poco, con una mayor participación de las energías no contaminantes.
En la Universidad Autónoma de Ciudad de México los estudiantes encontrarán la carrera de Ciencias del Ambiente y Cambio climático, que tiene como objetivo formar profesionales que diagnostiquen, prevengan y remedien la problemática ambiental causada por los cambios climáticos.
Formación en Cambio Climático para la transición energética chilena
En la Universidad de Chile, los estudiantes latinoamericanos podrán encontrar en modalidad online un Diplomado en Cambio climático y desarrollo bajo en carbono. "Se busca comprender y abordar los problemas relacionados con el cambio climático y el desarrollo sostenible. Las causas y efectos del cambio climático y los desafíos para enfrentarlo", comentan desde la coordinación del diplomado.
Esta formación está pensada para abarcar las tres áreas fundamentales para la gestión de la crisis climática: una formación general sobre el Sistema Tierra, la huella antropogénica y su impacto en el clima, mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y aspectos relacionados con la resiliencia y los programas de adaptación de los países frente al calentamiento global.
Una especialización fundamental para los nuevos tiempos que vive el país que ya ha iniciado la transición de su matriz energética -en gran parte basada en el carbón- a otras energías como eólica o solar para alcanzar sus compromisos climáticos recogidos por el Acuerdo de París.