Las megagranjas porcinas ya llegaron: Capitanich aprobó tres en el Chaco
Fue sin estudios de impacto ambiental ni consulta popular.
A pesar de la resistencia en todo el país por parte de activistas, gran parte de la sociedad civil y productores agroecológicos porcinos, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, sin hacer antes estudio de impacto ambiental ni consulta popular, firmó un convenio de cooperación con la empresa de capitales chino-argentinos Feng Tian Food para poner en marcha tres mega factorías para exportar a China. Este plan podría extenderse a otras provincias del norte, entre ellas Santiago del Estero.
Cancillería Argentina, que había frenado el memorándum debido a las protestas, es quien toma parte de la gestión, ya que el proyecto implicará una inversión de 129 millones dólares y la creación de 360 empleos por cada uno de los establecimientos. Desde el Gobierno Nacional habían asegurado que se trataría cerca fin de año el acuerdo con el país asiático para poder realizar los estudios de impacto ambiental, pero no trascendieron avances sobre el tema.
Leé también: "Chaco: Capitanich adhirió a los objetivos de la ONU, pero avanza con las granjas porcinas"
"Cada complejo estará integrado por cinco granjas de 2400 madres cada una; un frigorífico exportador; una planta de biodiésel; un biodigestor con generación de energía; y una planta de alimentos balanceados", detallaron del gobierno provincial.
Paradójicamente, el gobernador y la vicegobernadora chaqueños presentaron este viernes el Consejo Provincial de Ambiente, que se enfocará en articular e impulsar las propuestas de las organizaciones en materia de política ambiental para lograr la sostenibilidad en el Chaco.
Entre las 10 comisiones creadas, se encuentra la de Producción Sostenible y Agroecología, algo que no tuvieron en cuenta a la hora de aprobar las megafactorías. Distintos activistas como la Red de Defensores del ambiente y el buen vivir, desconfían de este Consejo.
Luego de la firma, se reunieron en Buenos Aires con el presidente del Banco de la Nación Argentina, Eduardo Hecker para contar con financiamiento para el desarrollo porcino en el Chaco.
En Chaco, las factorías van a estar una al noreste, otra en el centro y la tercera en el sudoeste. Capitanich aclaró que cada complejo demandará al año 32.300 toneladas de soja y 87.400 de maíz para la alimentación de los animales. "Es un volumen que se podrá abastecer locamente sin inconvenientes ya que la provincia produce aproximadamente un millón de toneladas de maíz por año y 1,6 millones de soja", indicó.
El acuerdo porcino nacional
Consiste en la instalación de 25 granjas productivas de aproximadamente 12.500 madres cada una. Según estima el Gobierno, se duplicaría el número de 350.000 cerdas que hay hoy en el país a 700.000 toneladas anuales como primer paso y, dentro de 4 años, pasaría a 900.000 toneladas por año. Cada factoría se va a encargar de procesar los granos para la alimentación de los porcinos, criarlos, llevarlos al matadero y, por último, el trabajo de envasado.
Solo dos semanas atrás, el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), Lisandro Culasso, aseguró a La Nación que aún no había certeza total de que el proyecto se realice y que faltaba información de cómo se llevaría a cabo. Por tal motivo, querían participar del debate de implementación. Por su parte, un consultor del sector porcino, Juan José Ucelli, afirmó al mismo medio: "Es como una bomba con dos cables, uno la desactiva y otro la hace explotar. Habrá que ver cuál se toca acá", refiriéndose a que los controles para China tienen que ser firmes ya que existe la posibilidad de que desaparezca gran cantidad de actores del sector.
Las críticas al proyecto por parte de activistas, abogados, sociólogos y científicos
Además de las manifestaciones tanto presenciales como virtuales, el 13 de octubre, Soledad Barruti, Inti Bonomo, Rafael Colombo, Marcos Filardi, Guillermo Folguera, Maristella Svampa y Enrique Viale publicaron, de modo digital y abierto para todo el público, el libro "10 mitos y verdades de las megafactorías de cerdos que buscan instalar en Argentina".
Estos son algunos de los puntos más importantes de los Mitos y Verdades:
Las megafactorías de cerdos son muy controversiales a nivel global, ya que generan grandes impactos sanitarios, sociales y ambientales. Entre sus riesgos se incluye el potencial pandémico.
Forman parte del régimen global corporativo de agronegocios extractivo y contaminante.
No es verdad que impulsarán las economías regionales. No es verdad que vayan a instalarse en "territorios vacíos" donde "no hay nada".
Los trabajadores son quienes más sufren temas de salud
No cumple con la legislación ambiental
No reducirán la producción de soja
Los impactos sobre la salud y la calidad de vida de la población son múltiples
No hubo instancias de deliberación pública ni de participación ciudadana ni consultas a los organismos y/o ministerios públicos, como pasos previos a la formalización de un acuerdo para instalar las megafactorías porcinas.
Granjas porcinas agroecológicas: la propuesta ignorada por el Gobierno
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) quiso dar otra solución al agronegocio: granjas porcinas sin venenos, ni antibióticos, creando más puestos de trabajo, y criando la misma cantidad de animales que el proyecto original.
Agustín Suárez, vocero de la UTT, conversó con Carbono.news y aseguró que tienen su propuesta a disposición para el Gobierno. Cuando conocieron el tema, hicieron un verdurazo en la puerta de cancillería y consiguieron que plantearle al gobierno poder hacer un debate y discutir. Sin embargo, su proyecto elaborado con varios sectores de la ruralidad no fue escuchado. "No ha sido tomada, nadie nos llamó", contó.
Agustín afirmó que el proyecto es superador en comparación con el original. "Se cumplen las mismas expectativas, se genera laburo interno, se distribuye a lo largo y lo ancho del país, no se concentra en una sola parte que era la idea original, se hace gradual y progresivamente y el impacto ambiental es muchísimo menor", explicó. Además, dijo que se generan un montón de granjas a pequeña escala, pero apoyándose en lo que ya estaba hecho.
"Nosotros ya lo venimos haciendo, pero no a la escala que está planteada porque obviamente necesita inversión. La propuesta consiste en hacer lo que hacemos ahora, pero que en vez de 100 haya miles", detalló. Y agregó: "Tenemos 30 años de este modelo de producción, pero tenemos el mismo problema que es que no nos deja dólares y que nos deja la contaminación y la riqueza siempre en manos de unos pocos. Ya pasó con el monocultivo y vemos las consecuencias de eso. Sí, entendemos la necesidad de producir más y mejores alimentos y la necesidad de atraer dólares, pero depende el cómo".
Sobre los avances en impacto ambiental y en las negociaciones contó que hay "un vacío en tema", que no los informan.
"Se requiere de un trabajador cada 25 o 30 madres, porque se eficientiza el capital, en cambio las megagranjas eficientizan la mano de obra y solo requieren 1untrabajador cada 100 madres", sostienen en su documento.
Erika Solís es parte de los pequeños productores de tambo y cerdo de la UTT. "No tuvimos ninguna novedad", resaltó en contacto con Carbono.news. "Estamos en total desacuerdo con el trato que quieren a llevar a cabo desde el Gobierno porque va a ser un golpe ambiental. Lleva a más soja, más concentración de tierras, más hambre, menos alimento, menos soberanía alimentaria. Entonces nosotros proponemos miles de granjas mixtas de cerdos frutas y verduras, y reutilizar el abono para la tierra. Aparte de esto, también significa producto nacional para abastecimiento local y fortalecer la economía. Todo esto llevaría a un sistema saludable para el país y el medio ambiente", concluyó.