La nueva gestión ambiental en Chile: protagonismo de las comunidades y cambios normativos
El abogado, académico de la Universidad de Chile y director ejecutivo de la ONG FIMA, Ezio Costa Cordella, participó del nuevo programa socio-ambiental del país vecino. Adelantó a Carbono News que el agua, la pérdida de zonas cultivables, la contaminación de las Zonas de Sacrificio y las fiscalizaciones serán parte de los ejes del Gobierno de Boric.
Chile ya tiene nuevo presidente, nuevo gabinete y abre un nuevo camino en materia socio-ambiental. La doctora en Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Oxford, directora del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia yuna de las autoras del último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Maisa Rojas, será la encargada de dar respuesta a los principales problemas climáticos y ecológicos bajo el título de Ministra de Ambiente del país vecino.
El programa socio-ambiental de Gabriel Boric fue abierto y puesto en común con diversos actores y organizaciones chilenas. En entrevista con Carbono News, el abogado, académico de la Universidad de Chile y director ejecutivo de la ONG FIMA, Ezio Costa Cordella, dio su visión del rumbo que tomará Chile luego de participar en los lineamientos ambientales que tendrán como eje la transformación social profunda.
-¿Hacia dónde va Chile en esta nueva etapa democrática liderada por Gabriel Boric en referencia a las problemáticas ambientales?
El programa de Gabriel Boric se refirió a la crisis climática y ecológica de la manera correcta. Es la primera vez que en un programa presidencial de un candidato que resulta electo se hacen tantas referencias específicas tanto a la situación ambiental global como nacional y, paralelamente, que existe un enfoque correcto en términos de justicia ambiental que lleva a tomar en cuenta la vulnerabilidad de territorios y comunidades frente a los efectos de la crisis climática y ecológica.
En Chile tenemos efectos evidentes de esta crisis, particularmente, en cuestiones relacionadas con el agua. Asimismo, tenemos graves problemas respecto a la pérdida de zonas cultivables y a la contaminación atmosférica tanto de las ciudades como de las Zonas de Sacrificio (zonas del país con una concentración masiva de industrias contaminantes, sobre todo carbón, aledañas a las comunidades).
En definitiva, se integra la problemática ambiental de una forma coherente con un programa que pretende transformaciones sociales en el siglo XXI que deben ser realizadas con el telón de fondo que significa la crisis climática y ecológica.
-¿Cuáles serán los ejes a trabajar en materia socio-ambiental?
Va a haber un eje referido particularmente al agua. Por un lado, para asegurar el derecho humano de acceso al agua y, por otro, para proteger los ecosistemas en pos de cuidar los ciclos hídricos y viceversa. Hay una visión sistémica que ha fallado de forma constante no sólo en Chile y que tiene que ver con la visión de explotación de la naturaleza que hemos tenido y que nos tiene en la situación en la que estamos.
Otro eje será la recuperación de las Zonas de Sacrificio y, es probable que se avance en mejorar, especialmente, cuestiones de fiscalización que es el área donde más débil ha estado la institucionalidad ambiental chilena.0 Asimismo, creo y espero que haya un eje relacionado a la distribución del poder donde sean los gobiernos locales, municipales y regionales quienes tengan mejores y mayores herramientas para gestionar el medio ambiente en sus territorios de forma que esa gestión sea más democrática y que mire las prioridades de quienes habitan esos territorios.
Por último, debe haber una gestión abocada a la crisis climática misma y a los aspectos internacionales generales que impliquen la adhesión y ratificación del Acuerdo de Escazú y compromisos más ambiciosos tanto en la mitigación como en la adaptación de la crisis climática.
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-¿Se van a rescatar políticas públicas de los gobiernos anteriores en ambiente?
Chile ha venido construyendo en la última década, una visión sobre el medio ambiente que tiene aspectos positivos y creo que van a ser continuados y recogidos. Hay ciertas políticas ambientales que son claramente transversales, por ejemplo, la Ley de Cambio Climático que se está tramitando en el Congreso, esperamos que se apruebe y que se implemente en este Gobierno pese a que fue impulsada por el saliente. Otro tema que trasciende a los gobiernos es la creación del servicio de biodiversidad y áreas protegidas. Ha existido un déficit de los últimos 3 gobiernos que, aunque han intentado resolverlo, no han podido destrabar la tramitación de dicho servicio.
El foco político, sin embargo, es distinto. En los gobiernos anteriores se lo ha puesto particularmente en cambios tecnológicos y creo y espero que en esta gestión no sólo sea en cambios tecnológicos sino también en transformaciones sociales y normativas asociadas a esos cambios tecnológicos. Por ejemplo, el proceso de descarbonización es súper interesante pero ha avanzado a partir de acuerdos entre el gobierno y las empresas y, si bien esos acuerdos son buenos que existan, requieren de fuerza normativa. Si en verdad planteamos el cierre de las termoeléctricas para 2030 tenemos que dejarlo asentado por ley y prohibir que se construyan nuevas termoeléctricas o que se siga extrayendo carbón. En el gobierno de Boric se pretende impulsar transformaciones sociales importantes y, entre ellas, resulta trascendental modificar la relación entre la sociedad y la naturaleza para tender a una mayor armonía.
-¿Cuáles cree que son los desafíos regionales de cara a la crisis climática?
Hay desafíos evidentes respecto a la mitigación como lo es la protección de los bosques en Latinoamérica. Además, hay un desafío de adaptación que compartimos porque los impactos de la crisis nos llegan mucho más fuerte que al norte global y eso es porque, quizás, somos más vulnerables y no hemos puesto sobre la mesa las medidas que necesitamos para adaptarnos a la nueva realidad climática. Finalmente, espero que se den las condiciones para impulsar una visión latinoamericana de la naturaleza.