El FMI recomienda una transición verde para salir de la crisis: ¿y Argentina?

En su Panorama Económico Mundial 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezado por Kristalina Georgieva, instó a todos los países a una transición a energías renovables, con mayor énfasis en las potencias Estados Unidos, Europa, China, India y Japón como actores principales, ya que sus emisiones son las más grandes a nivel global y disminuirlas haría una diferencia significativa. 

El organismo cree que una salida "verde" es lo mejor para la crisis sanitaria, social y económica de la COVID-19, ya que el calentamiento global es un problema y también debe ser atendido. Por eso, exhortó a los países a aumentar los impuestos al dióxido de carbono y a subsidiar fuertemente las energías limpias.

"Para aprovechar la reducción sin precedentes de las emisiones de gases de efecto invernadero este año (debida a la notable disminución del consumo de combustibles fósiles durante la pandemia), las autoridades deberían llevar a la práctica sus compromisos de mitigación del cambio climático, siendo también necesario redoblar los esfuerzos a nivel internacional, idealmente mediante un sistema equitativo de impuestos sobre el carbono u otro mecanismo equivalente", dijeron. 

El organismo también defendió el Acuerdo de París: "Sin cambios en las políticas, la temperatura subiría de dos a cinco grados adicionales para el final del siglo, con lo cual llegaría a niveles no vistos en millones de años, imponiendo daños sobre la productividad de la agricultura y la pesca, disrupción frecuente de la actividad económica, destrucción física del capital y la infraestructura, desastres naturales más frecuentes y más severos, y deterioro de la salud".

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En este marco, el FMI advirtió que los ingresos fiscales resultantes de los impuestos al carbono se tendrían que transferir "a los hogares, para evitar el daño sobre los más pobres".

Por último, señaló que estas medidas se deben tomar de manera conjunta a nivel global porque si solo algunos las aplican, se perjudicaría la economía de estos países.

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La transición argentina: las renovables siguen lejos

A nivel global, las emisiones de carbono de la Argentina son muy bajas proporcionalmente (8,6 toneladas per cápita en 2018, según un informe de Climate Transparency), sin embargo, los beneficios que le traería al país y al mundo convertirse en verde serían muchos.

Lo bueno: desde hace dos años Argentina cuenta con un impuesto al dióxido de carbono impulsado por el gobierno de Cambiemos para reforzar el ingreso del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que finalmente no se dio.

Además, muestra avances en el sector energético de las renovables, como la planta solar de Cauchari que comenzó a inyectar energía renovable al sistema interconectado nacional el mes anterior.

¿Y qué pasa con el Plan Gas IV? El "Plan de Promoción de la Producción de Gas Argentino 2020/2023" tiene el fin de terminar con la importación de gas para ahorrar dólares. Sin embargo, para cumplirlo va a aumentar los subsidios a este hidrocarburo con una inversión de 1491 millones de dólares en 2021 para que en 2022 se produzca un ahorro por esta sustitución. 

Además, la extracción de gas sería tanto convencional, como no convencional. Esto último, implica avanzar con el fracking, en especial, en el yacimiento de Vaca Muerta.

Es una medida para ayudar al país a pagar sus deudas, pero va en contramano de lo que hacen otros países, que ya empezaron a tener en cuenta las externalidades, los costos ambientales, que deja la actividad petrolera.

La ONG Fundación Ambiente y Recursos Naturales de la Argentina (FARN), elaboró un informe donde compara los beneficios fiscales y costos de Vaca Muerta con una cuenca estadounidense, Permian, y dio como resultado que no es un buen camino a seguir, ya que exige muchos subsidios y las consecuencias ambientales para el ambiente y la salud de las personas son muchas.

La megaminería que quiere mantenerse aplicando en Chubut y San Juan, principalmente, tampoco contempla el daño de la contaminación para la población ni las consecuencias del indiscriminado uso del agua.

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