El Etiquetado Frontal de Alimentos sorteó la grieta y ¡ya es ley!

En una jornada que promete ser maratónica, por los más de 20 proyectos contemplados en la orden del día, Diputados de la Nación dio sanción definitiva a la esperada a la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos.

Con 200 votos afirmativos, 22 negativos y 16 abstenciones, la normativa recibió luz verde en la primera sesión presencial desde el comienzo de la pandemia y luego del fallido intento de dar tratamiento a esta ley de promoción de la salud por falta de quórum y milicias cruzadas, principalmente, entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.

Después de un tratamiento del temario demorado por la cantidad de pedidos de apartamiento del reglamento para incluir nuevos proyectos a tratar en el día, comenzó el debate sobre Etiquetado Frontal. La primera en tomar la palabra fue la diputada del FDT, Cecilia Moreau, quien expresó: "Con esta ley se busca la prevención de la salud y la garantía de los derechos de todos los argentinos. El octágono negro es la forma más eficaz de que los consumidores detecten nutrientes críticos en los productos alimenticios".

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El proyecto supo saltar la grieta política y establecerse como una política de Estado gracias a la síntesis de varios proyectos, entre ellos los de los senadores mendocinos Julio Cobos (Juntos por el Cambio) y Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos. Además contó con la militancia y el empuje de diversas organizaciones de la sociedad civil que, durante la jornada de discusión, se hicieron presentes en el recinto. 

"Quiero agradecer a todas las organizaciones de la sociedad civil, que a lo largo de estos meses ayudaron a respaldar con evidencia, información, acciones, que fueron enriqueciendo la información tratando de derribar mitos", agregó una de las férreas defensoras de la ley, la cordobesa Brenda Austin, quien destacó la deuda histórica que representaba dicha sanción.

Pese al contundente resultado a favor de dar información clara y precisa a los consumidores sobre los llamados nutrientes críticos (azúcar, sodio y grasas) a la hora de elegir productos alimenticios, hubo quienes se manifestaron en contra. Fue el caso de la Senadora del Pro, Carmen Polledo, quien manifestó: "Considero que debemos pensar en un sistema de etiquetado integral y completo, es por eso que presentamos un dictamen proponiendo una alternativa que cumpla con el propósito de modificar los hábitos alimenticios". La legisladora abogó por otros sistemas de etiquetados tomados por países europeos como la advertencia semáforo que estable diferentes colores para informar. 

Por su parte, el senador del Pro, Alejandro García, sumó: "Quiero dejar en claro la buena fe con la que se maneja la gran mayoría que propicia este proyecto de ley, todos compartimos la preocupación para lograr una alimentación saludable y que evite consecuencias dañinas a la salud". Sin embargó, alertó de "intereses políticos de fondo vinculados al control de precios".

Durante las 54 alocuciones individuales, el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y diputado del FdT, Leonardo Grosso, destacó: "Para resolver el problema del hambre hay que discutir el acceso general de nuestra población a productos sanos y baratos; ustedes, los que se oponen, están siempre del lado de los poderosos, vayamos a fondo, etiquetado frontal ya".

La diputada de JxC, Silvia Lospennato, acotó al debate: "En este debate tengo dos certezas, la primera es que necesitamos una ley de etiquetado y la segunda que esta no es una buena ley, porque de todos los sistemas posibles se eligió el que le brinda menos información a los consumidores".

Mientras tanto, el diputado Maximiliano Ferraro que representa a la Coalición Cívica, expresó categóricamente: "Lo que hoy estamos discutiendo acá, protege a la población infantil y a los sectores de menos recursos, que son los más afectados por los patrones del consumo inadecuado en Argentina".

Acompañados con carteles en forma de octógonos que solicitaban la "ley de etiquetado frontal ya", el proyecto tuvo una defensa mayoritaria aunque hubo algunas dudas respecto a los artículos 4, 19 y 20. 

Punto en común en la "grieta"

La Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos tuvo su origen en el Senado de la Nación a partir del consenso y el tratamiento conjunto de proyectos similares como el de los mendocinos Anabel Fernández Sagasti (FDT) y Julio Cobos (Juntos por el cambio) quienes vieron el preocupante escenario actual: la última Encuesta de Factores de Riesgo del Indec (2018), en la Argentina el 61,6% de las personas tienen exceso de peso (36,2% tienen sobrepeso y 25,4%, obesidad).

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Con un trabajo ejemplificador de lo que implica saltar la grieta política y dejar las banderas políticas de un lado, los legisladores hicieron posible que el proyecto avanzara en las diferentes comisiones a la par de un exhaustivo trabajo con los diferentes sectores que involucran a la industria alimentaria. El resultado fue, la media sanción del proyecto y un modelo de política pública a favor de la sociedad.

En entrevistas exclusivas con Carbono News, una de sus autoras, Fernández Sagasti, y la Senadora Nacional por la Provincia de Buenos Aires de JxC, actual presidenta de la Comisión de Ambiente, Gladys González, fueron claras con sus posiciones respecto de lo que significa sancionar este tipo de normativas.

"La Ley de Promoción de Alimentación Saludable es una ley integral cuyo objeto principal es proteger la salud de las personas y garantizar el derecho a la información de los consumidores y consumidoras. El etiquetado frontal de advertencia es uno de los ejes principales de la ley, pero no el único, esta ley también regula cuestiones sobre publicidad de alimentos con exceso de nutrientes críticos y también entornos escolares que contribuyan a una alimentación saludable", explicó a este medio Fernández Sagasti.

Por su parte, la senadora González manifestó: "Nosotros siempre hablamos de tres cosas importantes. Una es la salud pública, la necesidad de poder alimentarnos de manera sana, es un tema de salud, mucho más en época de pandemia. Lo segundo es el derecho a acceder a la información ya que muchas veces no sabemos lo que estamos comiendo. Y tercero es la protección que brinda esta ley de tener libertad real de elegir qué vamos a comprar, en especial, para proteger la salud de nuestros niños", y sumó: "El día en que nuestros hijos elijan una manzana en vez de una galletita oreo habremos ganado la batalla cultural. No es sólo la responsabilidad de las familias, sino también del Estado que te tiene que dar la información clara y generar políticas de prevención y de generación de buenos hábitos".

Sobre las particularidades que convierten al etiquetado frontal en una política pública, la legisladora del FDT describió: "Este proyecto protege derechos tan importantes como el de la salud y el de la información de la población, sobre todo protegiendo a niños, niñas y adolescentes que son los más vulnerables al marketing a la hora de elegir qué consumir, con lo cual obviamente esta ley es fundamental a la hora de generar políticas públicas que protejan la calidad de vida en nuestro país. Por ello celebramos, como decía anteriormente, que pudiéramos dejar de lado las diferencias que puedan existir ya sean ideológicas o territoriales entre los legisladores y legisladoras, y avanzar en esta ley que es tan necesaria para nuestro país".

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Desde su perspectiva, la senadora de JxC, reflexionó al respecto: "Estos son temas que nos unen, varios temas hacen que la grieta se deje de lado. Es una cuestión meramente de datos. Hubo casi 20 proyectos presentados de todas las fuerzas políticas o sea que todos de manera individual ya teníamos esa inquietud. Después fue la decisión política de trabajar en conjunto. Es un tema que abarca a toda la sociedad y eso nos unió, y la verdad se siente una satisfacción especial cuando trabajamos en leyes así. También, se ha escuchado mucho al sector productivo", y acotó: "La única manera de construir políticas públicas y de estado en la Argentina es cuando hay coincidencia entre todos los sectores políticos de manera tal que cuando los gobiernos cambian, las políticas continúan. Si vota solo la mayoría del oficialismo, cuando cambia el gobierno sabés que esa ley se va a derogar o en algún momento no se va a aplicar.