EE.UU. cuadruplicó aranceles para importación de autos eléctricos y paneles solares chinos
A pocos meses de una elección presidencial contra el "proteccionista" republicano Donald Trump, el gobierno de Joe Biden se aleja del "globalismo" y la "electromovilidad", dos de las principales banderas que enarboló durante sus tres años y medio de gestión.
El líder demócrata acaba de respaldar la imposición de altas trabas comerciales (100%) para las placas fotovoltaicas y los coches no contaminantes provenientes de China.
La constante fricción entre las dos grandes súper potencias mundiales se acentúa a medida que acerca el decisivo mes de noviembre, cuando los electores de la Unión deban decidir cuál será el próximo ocupante de la Casa Blanca.
Acosado por un electorado que ve a la República Popular China como una verdadera amenaza, Biden ha anunciado una drástica escalada en los derechos de importación con la excusa de que Pekín recurre al dumping y por eso sus unidades con baterías de litio son tan baratas y competitivas.
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Los gravámenes pasaron del 25% al 100% de un día para el otro, en un intento evidente del actual Jefe de Estado por seducir a una clase trabajadora norteamericana que, según la mayoría de las encuestas, se inclina a esta altura por un líder nacionalista y proteccionista como el ex presidente Trump.
Trump ha dicho que el apoyo de los progresistas a los autos eléctricos "va a matar" a la industria automovilística local.
El ministro de comercio de China no tardó en responder que la medida anunciada por EE.UU. "afectará de forma grave" las relaciones entre los dos países.
Biden ha subvencionado la industria automotriz eléctrica en su país durante más de 40 meses, pero no ha logrado siquiera acercarse a una China que fabrica con BYD (Build Your Dreams) tres millones de unidades por año, mientras que Tesla los sigue con 1.8 millones (aunque su fábrica más activa está justamente en Shanghai).
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La misma política para las baterías de litio
Los gravámenes en este rubro dedicado a motorizar los enchufables pasarán del 7.5% al 25% en 2024. Se trata de una fenomenal contradicción para un primer mandatario que tomó la energía solar como uno de sus principales valores en la campaña pasada (2020).
¿Cambió Joe Biden o cambió el estadounidense en sus prioridades?
Consultado por Carbono.news, el doctor Agustín Barletti, autor del libro "El hambre del Dragón", sostuvo: "La política anti China no es ya una cuestión de Republicanos o Demócratas. Es una problemática propia de los Estados Unidos. El presidente Joe Biden ya tomó anteriormente varias actitudes como esta contra el régimen asiático".