Día Mundial de los Humedales: ¿qué expectativas hay este año para reflotar la cajoneada ley que los hubiera protegido?

En un programa humorístico de TV llamado La Tuerca (en la década del sesenta), el actor Joe Rígoli concurría una y otra vez, de manera infructuosa, a una oficina pública con la intención de conseguir el permiso municipal para plantar un arbolito. El funcionario de turno siempre hallaba trabas y excusas para desatender su requerimiento, sistemáticamente le negaba la posibilidad de plantarlo. El sketch terminaba siempre de la misma manera, el ciudadano quedaba desairado pero también ilusionado: "En verano, habrá sombrita para papá", repetía.

Desde hace una década, el Congreso nacional trata a los grupos interesados en defender los humedales argentinos de la misma manera en que trataban al conocido humorista: son ninguneados una y otra vez. Se los envía continuamente al punto de partida para reiniciar los trámites. Ya ocurrió en dos ocasiones: 2013 y 2015. Pero, en los dos últimos años, tras una aguda crisis de incendios generalizados, dio la impresión de que la historia podría torcerse, que la tercera era la vencida. Sólo fue un nuevo espejismo.

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En noviembre de 2021, se presentó un proyecto unificado, muy trabajado por organizaciones y académicos a lo largo y ancho de toda la Argentina. Se basaba en cuatro ejes centrales:

   la realización de un inventario nacional de humedales,

   la creación de un fondo nacional de humedales,

   el desarrollo de un programa de conservación

   la creación de un consejo consultivo

Contaba con una presión ciudadana muy fuerte que convirtió a la defensa de este ecosistema (que cubre casi la cuarta parte del territorio nacional) en el centro de sus reclamos. Sin embargo, ni siquiera los graves impactos que los siniestros forestales causaron en la biodiversidad y en las comunidades locales pudieron cambiar el indolente andar legislativo argentino.

¿Por qué la Cámara de Diputados de la Nación decidió, una vez más, no avanzar con una ley que protegería las zonas húmedas y dejó que la iniciativa (que contaba con media sanción) perdiera su estado parlamentario?

La última chance para revivirla recayó en el presidente Alberto Fernández, quien debía incluirla en las reuniones extraordinarias del mes de febrero de 2022. Eso nunca ocurrió. No existió decisión política suficiente para proponer un nuevo tratamiento.

Consultada por Carbono.news, la Directora Ejecutiva de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Ana Di Pangracio, denunció: "En la reciente convocatoria del Poder Ejecutivo Nacional, se ignoró la Ley de Humedales. Volvemos al primer casillero. Debemos presentarnos el primero de marzo, cuando se inicie el año parlamentario, y desandar todo el camino recorrido ya tantas veces. Existió una total falta de compromiso político por parte de nuestros representantes. Lo mismo pasó con la Casa Rosada, desde donde se prefirió ignorar el tema. La presión del lobby extractivista ha sido más efectiva que el multitudinario reclamo de la gente en la calle. Parece que la agro ganadería, el sector inmobiliario y la minería son más persuasivos que las demandas populares".

Lejos de mostrarse desalentados, los militantes verdes prometen una batalla sin cuartel para 2022. "Se trata de un bien común esencial para la vida. No es un tema negociable. Los humedales son la principal fuente de agua dulce del planeta y están en severo estado de degradación y destrucción. No hay producción ni vida posible sin ellos. La lucha de las organizaciones y movimientos va a continuar. El dictamen unificado del año pasado era un muy buen texto y vamos a reflotarlo" agregó la Directora de FARN.

En los pasillos legislativos, se asegura que los diputados nacionales "muñequearon" el tema durante varios meses. En otras palabras, mostraron interés las semanas previas a las PASO y a los comicios generales. Luego de las votaciones, dejaron de impulsar el proyecto y, simplemente, caducaron los plazos.

Los barrios cerrados en zonas ribereñas, las explotaciones ganaderas junto a los grandes cursos de agua y las minas de litio seguirán gozando, por un tiempo, de "buena salud".

¿Cambiará la historia?

En la campaña nacional del Frente de Todos para los comicios legislativos del año pasado, por TV y por las redes sociales, se vio miles de veces un spot dedicado a reafirmar la palabra SÍ. Textualmente, una joven decía: "Sí a cuidar el planeta. Urgente la ley de humedales". Obedecía a un relanzamiento preelectoral diseñado por el consultor español Antoni Gutiérrez Rubi, quien tomó las riendas de la propaganda justicialista tras la dura derrota sufrida en las PASO.

Terminada la campaña, sin embargo, el oficialismo nacional cambió de opinión y la iniciativa (que tenía media sanción del Senado) no se trató en la cámara baja en sesiones ordinarias. Tampoco fue incluida por el presidente Alberto Fernández en las extraordinarias.

Los grupos ambientalistas y la oposición política se proponen reflotar la idea en el presente año, aunque haya que comenzar desde cero porque el trámite perdió estado parlamentario.

El nuevo titular de la bancada de diputados del Frente de Todos (FdT), Germán Martínez, quien reemplaza a Máximo Kirchner, le anticipó a Carbono.news cuál será la estrategia en esta oportunidad: "En las sesiones ordinarias seguramente volveremos a abordar este tema. Soy de la idea que tenemos que arrancar con el texto aprobado por la Comisión de Recursos Naturales en noviembre de 2020. Allí, están sintetizados varios de los proyectos". El dictamen al que hace referencia proponía la creación de un Inventario Nacional de Humedales que sería actualizado cada cinco años.

Germán Martínez es un legislador nacional que representa a una de las provincias más afectadas de la Argentina: Santa Fe. Fue el autor de una iniciativa tendiente a crear la Reserva Nacional Humedales Delta del Paraná con el objeto de "dar una solución de fondo a todas las problemáticas ambientales que están apareciendo en la zona de islas, entre ellas, la quema de pastizales. Queremos proteger unas 700 especies vegetales, más de 500 especies de vertebrados y más de 260 especies de aves".

En el otro extremo del arco partidario, con una visión muy negativa de lo ocurrido, se ubica Brenda Austin, diputada nacional de Juntos por el Cambio de Córdoba. En diálogo con Carbono.news, aseguró: "La no inclusión en el temario de sesiones extraordinarias mostró la coherencia del Frente de Todos. El proyecto había logrado dictamen en una de las comisiones, la de Recursos Naturales. Durante todo el 2021, el tema ni siquiera se abordó en la Comisión de Asesores de Agricultura que preside el FdT. Mientras que, en la campaña electoral, prometían la aprobación de la ley, en el Congreso, se negaron a abrir su tratamiento. La decisión de Alberto Fernández de no incluirla en extraordinarias reveló cuál es la idea que este movimiento tiene sobre las prioridades de Argentina. En el futuro, será muy difícil lograr los votos si ellos se mantienen en esta negativa".

Con respecto a las numerosas idas y vueltas que tuvieron los diputados argentinos en las comisiones, la política aclaró: "El FdT ya había hecho modificaciones que desnaturalizan la norma potencial. Primero, se debe hacer un inventario de humedales en manos de la autoridad de aplicación nacional. Pero, el Frente de Todos cambió esto y estipuló que la Nación y las provincias deberían actuar de forma concomitante. En la práctica, eso es dejar para los gobernadores la facultad de hacer su propia selección, sin un proceso previo mínimo de selección de ecosistemas tan valiosos. Quieren dejar la resolución final en manos de sus socios políticos. Puede ocurrir que mientras el censo de humedales demore uno o dos años, una geografía que debió ser protegida se destina de pronto a un uso comercial sin esperar el resultado final de las evaluaciones. Resumiendo, vemos dos señales claras de que el FdT no quiere una buena ley de humedales".

¿Será distinta la historia en 2022 en el parlamento nacional? Todo dependerá del grado de presión que ejerza la sociedad sobre sus representantes y de los daños potenciales que sufran los humedales si se repitieran -ojalá que no- los siniestros generalizados de los tres últimos años.