Asfixiada por la desigualdad social y la crisis climática, América Latina y el Caribe puso énfasis en reformular el sistema de gobernanza global
Con Argentina como anfitriona, se realizó el evento regional "Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas". Durante 8 horas, los líderes de Latam adelantaron lo que plantearán en la Cop-26 de Glasgow: mayor énfasis en adaptación, canje de deuda por acción climática, replanteo de la arquitectura financiera global.
El "Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas" coorganizado por los gobiernos de Argentina, Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y República Dominicana tuvo frases recurrentes: medios de implementación, canje de deuda por acción climática, condonación de deuda, movilización de recursos, transferencia tecnológica, reformulación del sistema de gobernanza global.
El evento regional que duró casi 8 horas, se desarrolló en tres segmentos de forma virtual: "Camino hacia Glasgow. Mejorando la ambición climática; De la ambición a la implementación; y Mejorando la resiliencia y reduciendo la vulnerabilidad", y fue la antesala de lo que planteará la región en la COP-26 que se realizará del 31 de octubre al 12 de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow.
Con la participación de 21 países, el presidente argentino, Alberto Fernández, fue el encargado de abrir la cumbre latinoamericana desde el Museo Nacional del Bicentenario: "Hemos convocado hoy a un conjunto de líderes políticos, organismos multilaterales y expertos de todo nuestro continente, para impulsar un diálogo fraterno sobre cómo pensar entre todos y todo un proyecto común en nuestra casa común. Nos convoca, en primer lugar, la urgencia por ambición y acción climática. En segundo lugar, la necesidad de pensar mecanismos innovadores que nos permitan reconstruirnos mejor y, en tercer lugar, la necesidad de fortalecer los lazos de cooperación para cuidar nuestros territorios y nuestras comunidades".
Haciendo mención de la Cumbre de Líderes del Día de la Tierra convocada por el presidente estadounidense, Joe Biden, Fernández expresó que, en aquella instancia, "la agenda climática se consagró como prioridad política y económica a nivel global". No obstante, desde aquel encuentro, el mandatario argentino se llevó la tarea de organizar una cumbre regional que ponga en carpeta los temas que planteará América Latina y el Caribe en la próxima cumbre mundial. "Propusimos esta cumbre para abordarla desde una perspectiva genuinamente latinoamericana y decisiva de cara a la reunión de Glasgow", manifestó Fernández, quien seguidamente enumeró los compromisos que elevará Argentina en la COP-26: "Formalizaremos un incremento del 2% por ciento en nuestra NDC, lo que representa un 27% superior al presentado en 2016".
"Para lograrlo, continuó el argentino, elaboramos el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático junto a las provincias y actores de Argentina". De ese plan, Fernández destacó la puesta en marcha de una mesa para la transición y promoción de energías renovables y el desarrollo de un complejo productor y exportador de energías limpias y bajas emisiones basadas en el hidrógeno. Asimismo, resaltó el desarrollo de tecnología para la reducción en las emisiones de metano y otros contaminantes como así también, la priorización de un transporte sostenible que reduzca las emisiones a partir de la eficiencia y la electrificación.
El presidente argentino se comprometió regionalmente a adoptar medidas para "erradicar definitivamente la deforestación tipificándolo como un delito ambiental". "Todos estos avances son un paso más en la trayectoria que tiene como meta consistente los 1.5° y la carbono neutralidad hacia 2050", agregó el mandatario.
Seguidamente, el presidente fue directo a los pedidos y reclamos: "Naturalmente para cada uno de estos pasos tenemos que advertir, como señala el Papa Francisco, que no hay una crisis ecológica ajena a la crisis social y ajena a la de replantear los pilares de la arquitectura financiera internacional". En concreto, Fernández apuntó: "Necesitamos financiamiento, nueva reglas e incentivos globales para que la transición sea justa y no encubra formas de proteccionismo ni agigante las brechas de bienestar en nuestro planeta". Entre los caminos que, según dijo, "se permitió compartir", enumeró: incorporar a la medición del PBI factores como la huella de carbono, identificar a los avances en tecnologías limpias como bienes públicos fortaleciendo el concepto de multilateralismo ambiental; transferencia tecnológica para la adaptación ecológica y una liberación de las patentes de estos bienes necesarios para impulsar la adaptación al cambio climático. "Necesitamos poner en valor los activos ambientales y pensar en métricas que vayan más allá del crecimiento depredador y extractivista", sostuvo el presidente.
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"Necesitamos aplicar la emisión de los derechos especiales de giro del FMI a un gran pacto de solidaridad ambiental que incluya, esencialmente, a países de bajos ingresos y de renta media y que sirva para extender los plazos para atender los pagos de endeudamiento y la aplicación de menores tasas bajo las actuales circunstancias de estrés sanitario y ecológico", siguió con su discurso el mandatario nacional a quien, luego, se encolumnaron el resto de los líderes regionales.
"Shock climático y shock financiero producto de una crisis generalizada de deuda no son compatibles para un mundo mejor. Los canjes de deuda por acción climática, los mecanismos de pago por servicios ecosistémicos y el concepto de deuda ambiental y de la categoría, consecuentemente, de haberes ambientales que ostentan los países menos desarrollados, son otras claves para la salida de la crisis", continuó y acentuó: "Necesitamos repensar el sistema de calificación crediticia para no castigar a los países vulnerables que ya afrontan las consecuencias del cambio climático". Haciendo mención a la transición hacia una economía circular, a los empleos verdes del futuro y a las discusiones para potenciar a las economías emergentes, como el impuesto mínimo global, Fernández remató: "Tenemos que ser claros y aportar soluciones creativas: el sistema de gobernanza global no ha mostrado ser eficaz a la hora de movilizar recursos a los países en desarrollo. Necesitamos justicia social ambiental".
De la palabra a la acción
El mandatario argentino dio lugar inmediato al Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, quien pese a reconocer el liderazgo de los países de América latina y el Caribe en acción climática, llamó a sus autoridades a manifestar "una señal fuerte" para lograr "un futuro con cero emisiones netas" de gases de efecto invernadero.
Durante su exposición, el portugués instó a "actuar conjuntamente para superar el actual estancamiento". Alineándose al discurso de Alberto Fernández, el Secretario General de la ONU, ratificó su defensa de una arquitectura internacional de financiación del desarrollo con capacidad para ofrecer opciones que vinculen la acción climática con la sostenibilidad. "Sepan que cuentan con el pleno apoyo del Naciones Unidas para hacer frente a la triple amenaza del Covid-19, el cambio climático y la deuda", agregó.
En su mensaje, Guterres pidió acompañar las promesas de alcanzar emisiones netas de valor cero para 2050 con ambiciosas contribuciones determinadas a nivel nacional con metas para 2030 para lo que instó a los presidentes de la región a "abandonar los combustibles fósiles". Finalmente, pidió que "las acciones de desarrollo cumplan con la agenda solidaria que requiere apoyar a los países en desarrollo" para lo cual solicitó a los bancos de desarrollo "incluir el objetivo de 1,5 grados en sus carteras de adaptación".
Entre los conceptos y las frases repetidas, estuvo la de "pasar de las palabras a la acción". En ese sentido, el enviado especial de Clima del presidente de Estados Unidos a la Cumbre Latinoamericana sobre Cambio Climático, John Kerry, fue categórico al pronunciarse a favor de "acelerar las acciones" por encima de los compromisos para implementar medidas de protección ambiental y mitigación del cambio climático. "Todos sabemos que los desafíos son enormes, y debemos aprovechar esta oportunidad para poder concebir una economía mejor, un mundo más sano y más seguro, y a la vez que podamos discutir nuestras responsabilidades como custodios del ambiente a nivel mundial", expresó Kerry a su turno. El enviado especial de Estados Unidos dijo, además: "Necesitamos que las 20 naciones que producen el 80 por ciento de las emisiones, establezcan planes claros de lo que van a hacer".
El hombre de Joe Biden, no escatimó en elogios al presidente argentino por su "liderazgo" y por su llamado a la cooperación internacional. Sin embargo, quien tampoco fue olvidado en el discurso de Kerry fue el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien dijo: "Desafortunadamente teníamos un presidente que se salió del Acuerdo de París y hubo un retroceso, perdimos básicamente 3 años, salvo por los esfuerzos tenaces de gobernantes que continuaron haciendo lo que prometimos hacer en París. Ahora son tres años más tarde para tomar e implementar las decisiones críticas".
A su cierre, el enviado especial anunció que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, "se ha comprometido a duplicar nuestro financiamiento" para la adopción de medidas a favor del medio ambiente", como así también la implementación de créditos por parte de seis bancos norteamericanos a 10 años por alrededor de 4.160 millones de dólares a los países de Latam a fin de ayudarlos en reconversión industrial y, consecuentemente, reducir las emisiones de GEI.
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Durante una jornada extensa de debate virtual, diversos mandatarios de la región se fueron acoplando al discurso de apertura de Fernández, poniendo especial énfasis en la adaptación y el financiamiento como así también en el paso inmediato a la acción. Sobre este último punto, el presidente de la COP-26, Alok Sharma, dijo: "El planeta se encuentra en un momento culmine. He visto en primera persona el impacto del clima extremo en la región como en Antigua y Barbuda. Estos eventos van a empeorar a menos que tomemos acciones colectivas ahora. Estamos quedándonos sin tiempo. Necesitamos tomar acciones inmediatas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París que conducen a limitar la temperatura a 1.5°"." La hora de hablar pasó, necesitamos la acción para reducir las emisiones globales y tomar los beneficios que implican transitar a una economía verde y resiliente", acotó.