Argentina quitó las retenciones a la exportación de alimentos orgánicos: ¿fomento a la salud o a la economía?
Solo el 5% de este tipo de productos es para vender dentro del país.
Los alimentos orgánicos son al siglo XXI lo que los dietéticos fueron a finales del siglo XX: conforman un mercado de crecimiento explosivo. Para acompañar este fenómeno, el Gobierno Nacional fijó a partir de este mes en 0% las retenciones a las exportaciones de productos ecológicos, biológicos y orgánicos certificados. Además, redujo en cinco puntos porcentuales el gravamen para el trigo, harina de trigo, maíz, poroto, harina, pellets y aceite de soja y margarinas con certificación orgánica.
Esta forma de conectar con la naturaleza, que beneficia el restablecimiento de los suelos, también permite que haya más trabajo: se necesitan más campesinos en el campo a diferencia de la producción hegemónica que despoja a las personas de la tierra para reemplazarlas por máquinas que arrojan agroquímicos (venenos) que solo consiguen alimentos contaminados.
Mirá también: "Argentina: la producción orgánica toma impulso con un plan nacional"
Consultada por Carbono.news, la especialista en cultivos orgánicos Florencia Gallino reflexionó: "Una vez que probás el sabor de un vegetal recién cosechado, sin químicos ni mutaciones genéticas, no hay vuelta atrás. Cultivar tu comida es un poco adictivo y contagioso. Y veo furor por las huertas. Nos estamos acercando a nuestros alimentos, a comer mejor y sano, a redescubrir los sabores de la comida. Por otro lado, nos permite conectar con algo tan sencillo, pero importante, como los ciclos de la naturaleza; a respetarlos, aprender de los tiempos, de las temporadas y sobre qué deberíamos estar comiendo en cada momento del año. Eso te genera otra perspectiva de los comestibles, distinto a lo que pasa cuando vas a la verdulería y ya está todo listo para consumir".
De acuerdo a las últimas publicaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (SENASA), que fueron a comienzos del año pasado, en 2020 en Argentina, la superficie cosechada dedicada a cultivos orgánicos creció un 20% (84.328 hectáreas en total).
Saludable para el mundo, veneno para los argentinos
Argentina es uno de los principales países exportadores de productos orgánicos, pero exporta casi el 95% de lo producido.
Es el país más fumigado del mundo y solo el 5% de estos productos sanos quedan para venderse dentro de sus fronteras.
El Gobierno indicó que "la demanda de alimentos orgánicos representa un mercado con alto potencial de desarrollo a nivel nacional y se encuentra en crecimiento a nivel internacional".
Por ese motivo dijo que "resulta conveniente incentivar" su producción y exportación, "acorde al criterio de fomentar mayor producción de alimentos con valor agregado".
Mirá también: "Los alimentos más contaminados con agrotóxicos de Argentina, que comemos todos los días"
El término "orgánico" se ha convertido en una palabra mágica a la hora de tomar decisiones por parte de los grandes holdings empresarios. En los mercados internacionales más sofisticados, la demanda de este tipo de productos viene subiendo desde hace varios años.
Esto le da al Gobierno una señal de que, como dijeron literalmente, "conviene" promover los alimentos orgánicos.
En un país donde alrededor de la mitad de la población es pobre, consumir alimentos sanos y soberanos es una necesidad, y no tendría que ser un lujo para algunos pocos que puedan pagar ese 5% que queda en el país. Como tantos campesinos, activistas, y ciudadanos vienen señalando desde hace años: el camino es la agroecología ya que proporciona alimentos sanos y soberanos a un precio justo.