Por la invasión a Ucrania, Alemania acelera la transición energética: sería 100% verde en 2035
Los germanos ya no quieren depender del gas ruso y planean un futuro distinto.
A medida que continúa y avanza la invasión de Vladimir Putin a Ucrania, Alemania quiere apresurar su marcha y girar rápidamente hacia un mercado abastecido completamente por energías renovables.
Rusia suministra más de la mitad de los hidrocarburos que consumen los germanos, según datos suministrados por el propio Robert Habeck, ministro de Economía y Clima de la Administración Nacional. En un intento de frenar esta dependencia estratégica, el canciller Olaf Scholtz detuvo la certificación del controvertido gasoducto Nord Stream 2 que tenía como objetivo transportar aún más gas ruso hasta la costa norte de Alemania.
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Scholtz piensa duplicar la capacidad eólica terrestre pasando de 55 a 110 gigavatios y, al mismo tiempo, aumentar la capacidad de los aerogeneradores marinos para llegar a los 30 GW. Para conseguir esta proeza sería necesaria la instalación de 364 turbinas eólicas en apenas quince años. Como parte del plan, se acrecentarían los actuales beneficios fiscales para los vecinos que decidan cubrir sus techos con paneles fotovoltaicos. Las compañías distribuidoras les comprarían todos sus excedentes en épocas de fuertes radiaciones solares.
Podría decirse que el gobierno alemán recién se replanteó su conversión total a la electricidad verde a partir del conflicto bélico ya que anteriormente sus metas eran bastante vagas e imprecisas.
Gracias a la diversificación impulsada se producirá, en apenas ocho años, una desinversión completa con respecto a Rusia. Ambas potencias quedarán "desenganchadas" en 2030.
En medio de los crueles ataques del Kremlin, se revaloriza el hecho de que un parque solar o de vientos pueda producir durante 25 o 30 años de manera continua, independientemente de cualquier coyuntura política o económica internacional y al margen de cualquier locura de los autócratas.
Consultado por Carbono.news, el periodista alemán Roland Peters explicó: "Desde el inicio de las batallas, los partidos verdes han subido varios puntos en comparación a las elecciones del año pasado. En Alemania, ya llegan a un 18%, de acuerdo a los sondeos más serios. Estas agrupaciones partidarias ecologistas ya están gobernando al país porque integran la coalición oficialista. De acuerdo a una encuesta de YouGov muy reciente, 3 de cada 4 votantes locales quieren que Scholtz acelere las políticas de descarbonización. La dependencia del petróleo y del gas ruso son motivo de mucho fastidio en la población. Ya no quieren depender de los gasoductos de Putin".
El mandamás ruso se volvió un hombre impredecible y las políticas vinculadas a grandes obras de infraestructura gasíferas y petroleras necesitan todo lo contrario: previsibilidad y estabilidad.
Por necesidad, por conveniencia y por convencimiento, en las últimas semanas, todo ha cambiado para el gigante teutón.