Los autos eléctricos podrían disminuir los costos de combustible: ¿qué opciones existen en Argentina?

Aunque aún está muy lejana la oferta masiva de rodados con motores alternativos a la nafta, al gas natural comprimido y al diésel, la tendencia hacia un transporte más sustentable comienza a sentirse de a poco en la Argentina.

Los sistemas de propulsión de los vehículos eléctricos son más económicos que aquellos que utilizan combustibles fósiles, además de ser amigables con el medioambiente. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en el país.

Concretamente, algunos de los aspectos positivos de estos nuevos modelos son los siguientes:

   Tienen un motor mucho más silencioso

   Se pueden cargar en la casa del propietario

   Ahorran entre un 70 y 90 por ciento de los costos de combustible con respecto a los nafteros

   Existe un gran beneficio ecológico al no tener emisiones de gases de efecto invernadero.

En este sentido, el ingeniero electrónico de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Gustavo Majauskas reveló a Carbono.news que "en nuestro país casi no existe infraestructura para unidades totalmente eléctricas. La enorme mayoría de las que circulan son unidades híbridas que también recurren a los hidrocarburos. Los puntos de carga en sitios públicos son todavía muy contados".

Consultado por este medio, el ingeniero Daniel Zambrano, director de las carreras de Electrónica y Electromecánica de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa), detalló: "Existen cinco normas diferentes para enchufar vehículos eléctricos a la línea. Cada una se comunica con el rodado de manera inteligente. Gracias a adaptadores especiales, se pueden conectar estos coches a la corriente normal y hogareña, a pesar de que en un tomacorriente de pared la carga de una unidad puede demandar hasta las ocho o diez horas. Cada una de las marcas nos da la chance de abastecernos en un garaje. En cambio, si se hace el mismo movimiento en una estación especial con una tensión de 450 o 750 voltios, en apenas 20 minutos o media hora se lograría el mismo objetivo. Estas islas de suministros veloces son ideales para las postas en las rutas, ya que el conductor obtendría una enorme autonomía con poco tiempo de espera".

Con respecto a la infraestructura que se debería desarrollar para que los no contaminantes se consoliden en el parque automotor, Zambrano informó: "En Uruguay ya se puede pagar hasta con tarjeta por enchufes que están en centros de carga".

Por su parte, Luis Tombo, ingeniero en electrónica con más de 25 años en gestión y desarrollo de productos tecnológicos y especialista en internet de las cosas (IoT), explicó: "con las tarifas eléctricas que tiene Argentina, especialmente en la zona del AMBA, el ahorro sería muy importante para los automovilistas. En casas con garajes, por ejemplo, se podría aprovechar la noche para una recarga del cien por ciento".

Por el momento, en Argentina existen ya cuatro modelos propios, listos o en desarrollo:

   Sero Electric. Desarrolla una velocidad máxima de 50 km por hora y tiene una autonomía de 100 km. Su costo final oscila entre 7000 y 9000 dólares.

   Volt eléctrico, llega en tres versiones construidas en la provincia de Córdoba. Necesita seis horas para la recarga total. Su costo oscila en torno a los 6000 dólares.

   Tito es impulsado desde la provincia de San Luis. Está en manos de la empresa Coradir y tiene como objetivo llegar al mercado con un precio de cinco mil dólares. Cuenta con baterías desarrolladas por la empresa argentina Probattery, que le garantizan una autonomía de 100 kilómetros y una velocidad máxima de 65 km/h. Podrá transportar hasta cuatro pasajeros.

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   Hamelbot es fabricado por FanIOT, un consorcio público-privado conformado por el gobierno de Misiones y la empresa SmartCultiva. Tendrá una caja negra para registrar todos los movimientos del vehículo. Están muy avanzadas las primeras unidades biplaza. Estará en preventa con un precio cercano a los diez mil dólares.