Hola guerra, ¿chau transición energética?: Alemania decide invertir en su ejército por sobre las renovables
La dependencia de Europa con el gas ruso es la fortaleza de Putin. ¿Otra prueba de que se comenzó tarde a apostar en energías limpias?
La Ley sobre Energías Renovables en Alemania (Erneuerbare Energien Gesetz, EEG) es una de las destacadas en el plano europeo sobre transición energética. Sin embargo, esa imagen "verde" podría cambiar de rumbo por la invasión de Rusia a Ucrania.
El canciller alemán Olaf Scholz decidió suspender la puesta en funcionamiento del Nord Stream 2, un gasoducto oceánico que lleva el hidrocarburo de Rusia directamente para Alemania. Según su plan energético, el gas iba a ser utilizado como energía de transición ya que la idea era este año terminar de usar centrales nucleares y, en 2030, descarbonizarse por completo. Pero eso implica depender del gas ruso en un 35%.
La situación se repite, en diferentes medidas, en toda Europa porque esta depende en un 40% solo del gas ruso (un 77% en total si se suma el petróleo). ¿Cómo reaccionarán los países de la Unión Europea (UE) con estas importaciones desde Rusia?
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Hasta ahora, la compra de estas energías continúa y solo Berlín dio un vuelco radical no solo frenando el proyecto del Nord Stream, sino también, en materia de política exterior: aprobó la entrega de 400 lanzacohetes, 1.000 armas antitanques y 500 misiles a Ucrania; una práctica en desuso por su sangrienta participación en la Segunda Guerra Mundial. Además, el canciller dijo que invertirá 100.000 millones de euros en las Fuerzas Armadas.
"Hay un reordenamiento de prioridades sobre la agenda de cambio climático y la política de transición para salir del combustible fósil. Eso queda en un segundo plano frente a la guerra con Rusia que para Alemania es una cuestión histórica y una situación especial hasta en términos emocionales", dijo a La Política Online el especialista en política alemana, Franco Delle Done.
Por otra parte, en comunicación con la BBC, el director del Centro de Economía Global y Geopolítica de Esade (EsadeGeo), España, Ángel Saz-Carranza, señaló que esta dependencia de la UE con Rusia es por no haber hecho la transición energética hace tiempo:
"Europa ha intentado diversificarse en la última década con energías renovables y también con proyectos como el gasoducto que nos conecta (a los españoles) con Azerbaiyán vía Turquía, pero por otro lado las empresas se han acercado más al gas ruso. Entonces ha habido una disonancia entre la voluntad política y la empresarial. No han estado bien calibrados los incentivos".
Y agregó: "Sin duda el gas ruso es el talón de Aquiles de Europa en esta guerra, esa es su gran vulnerabilidad, eso es lo que le permite a Rusia capitalizar y financiar este aventurismo que tiene".
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"El precio tan alto del petróleo y el gas le permiten a Rusia vivir relativamente bien y financiarse de esa manera (con las exportaciones)", concluyó el especialista. Frenar la venta de hidrocarburos, no le convendría a Rusia a nivel económico, pero aún así nada se descarta y el temor de que Rusia se anime a hacerlo pone en vilo a toda la UE. La gran incógnita: ¿tiene tiempo la UE para una transición energética o volverá a energías contaminantes?
De nuevo, los intereses económicos y la falta de voluntad política hicieron que la necesaria transición energética para luchar contra el calentamiento global se retrasara, lo que generó un escenario favorable para los ataques de Rusia. Mientras tanto, los científicos y las comunidades de todo el globo siguen reclamando una transición justa, como la soberanía energética.