¿Es el hidrógeno verde la revolución energética sustentable?
Por ahora es caro, pero su precio está bajando. Además no genera emisiones de gases de efecto invernadero.
El hidrógeno verde se presenta como la alternativa sustentable a los combustibles fósiles. Aunque es difícil de obtener, ya que no se encuentra en forma aislada en la naturaleza, sus costes de producción están disminuyendo y los expertos coinciden en que es uno de los métodos más ecológicos de obtención de energía.
El hidrógeno es el elemento químico más ligero que existe y está presente aproximadamente en el 75% del planeta, pero se encuentra combinado con otros elementos, como el oxígeno, formando moléculas de agua, o al carbono, formando compuestos orgánicos. En condiciones normales se encuentra en estado gaseoso, y es insípido, incoloro e inodoro.
Muchos países en Europa y Asia se están recuperando económicamente de la pandemia con planes que incluyen el hidrógeno.
En España, tendrán la primera planta de hidrógeno verde en Vizcaya para el 2022. Su objetivo es generar 1500 toneladas de hidrógeno verde por año provenientes de fuentes 100% renovables y, de esta manera, se evitará la emisión de más de 12.000 toneladas de dióxido de carbono.
Hay tres tipos de hidrógeno: el gris, el azul y el verde.
El hidrógeno gris es producido por combustibles fósiles, por lo tanto, es el más contaminante ya que emite CO2. El hidrógeno azul también utiliza este método, pero le añade tecnologías de captura de carbono para evitar las emisiones y, por último, el hidrógeno verde, también llamado hidrógeno renovable, es el producido por electrólisis del agua, con electricidad de fuentes renovables. El proceso no emite CO2.
El precio de este último es alto hoy en día, sin embargo, está bajando gracias a su desarrollo a gran escala y la disminución de los costes de las energías renovables. En los precios de los combustibles fósiles no se está teniendo en cuenta el fuerte y nocivo impacto ambiental y estas empresas ya están cambiando su matriz productiva para seguir en el mercado.
La forma ideal de producir el hidrógeno verde sería obtenerlo directamente del agua y según una investigación realizada por la Universidad Stanford y la Universidad Técnica de Múnich, la producción de hidrógeno podría ser rentable si se utilizase todo el exceso de energía renovable que no se consume porque no puede almacenarse.
La clave, según el estudio citado por National Geographic, es que "el rendimiento de las energías renovables es intermitente, con lo que el suministro de electricidad a partir de estas fuentes también es variable" y a veces, hasta se pierde. Por eso, lo mejor es utilizar esa energía para la electrólisis.
Otro dato importante es que el hidrógeno puede aprovechar la infraestructura de gas natural, es decir, se podría inyectar hidrógeno en la red de gas natural existente y así, redecir emisiones.
Los nuevos desarrollos tecnológicos relacionados con el hidrógeno están aumentando en los últimos años y estas soluciones facilitan su transporte, producción y su almacenamiento.
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Un ejemplo del avance de este material son los trenes a hidrógeno (no verde). El Coradia iLint de Alstom es el primer tren alimentado con este combustible en el mundo y, tras su éxito en Alemania, se está expandiendo ahora a Italia, España y Austria.
En Suiza, en julio de este año, Hyundai Motor envió las primeras 10 unidades de XCIENT Fuel Cell, el primer camión de carga pesada con pila de combustible del mundo.
No quedan dudas de que el futuro verde tendrá como uno de sus actores principales al hidrógeno.