El sinceramiento de las tarifas energéticas eleva el costo del kW e impulsa la compra de paneles solares
El gobierno argentino se encuentra abocado a la implementación de fuertes quitas de subsidios en las tarifas de los servicios de gas y electricidad cuyos valores son actualmente significativamente bajos, especialmente en el Área Metropolitana Buenos Aires.
Como consecuencia de las medidas adoptadas por el gobierno de Argentina, los consumidores particulares han comenzado un proceso de migración hacia las energías renovables ante la inminencia de abultadas facturas por parte de Edenor, Edesur y Edelap.
Las expectativas están concentradas mayormente en la instalación de paneles solares en hogares y empresas. Esto permitirá una fuerte reducción de la dependencia de la red interconectada, ya que nacerá la generación propia.
La fuente fotovoltaica les permitirá a los llamados "prosumidores" (mezcla de productores y consumidores) ahorrar hasta un 70% en los costos futuros.
Con valores de tarifa planchados, como hubo en los últimos tres años, era muy difícil que cerrara la ecuación entre inversión en equipos y amortización de los mismos.
En plena Ciudad de Buenos Aires, ya existen algunos edificios que ostentan en sus terrazas 160 placas de 330 y 370 KW. Están orientadas en distintas direcciones para aprovechar durante varias horas diarias los rayos del astro rey.
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Consultado por Carbono.news, el profesor Norberto Cafiel, experto en este tipo de desarrollos, expresó: "El cambio de matriz ya es una realidad. Numerosos clientes convencionales están buscando el apoyo de los sistemas solares de menor potencia. Con apenas dos, tres o cuatro placas de 500 vatios estás en condiciones de empezar el cambio".
"Muchos de ellos lograrán conservar un consumo por debajo de los 400 kW, lo que les permitirá no salirse de la segmentación más baja del mercado. De esta forma, podrían mantener los subsidios estatales. Las fuertes alzas que se avecinan en las próximas facturaciones mejorarán las chances para un cambio desde los programas tradicionales hacia los nuevos".
Las preguntas que se formulan la mayoría de los interesados en estas modificaciones son básicamente tres:
¿Cuánto costará instalar e implementar este servicio?
¿En cuántos años podría recuperarse la inversión inicial?
¿Una casa con muchos electrodomésticos y aires acondicionados es apta para este tipo de reformas?
"Con una erogación que puede oscilar entre 200 mil y 500 mil pesos ya se podrían pasar los grupos familiares hacia la sustentabilidad. La reconversión debería obedecer a motivos de conciencia ambiental, pero bienvenidos los que se animan al cambio también por conveniencia", sostuvo Cafiel.
"Gracias al cableado, la conexión, las baterías y los paneles exteriores, una casa podría sostener sin problemas el consumo de una heladera con freezer, distintos electrodomésticos, lavarropas y bombeo de agua subterránea. No sería apropiado agregar el esfuerzo de sostener también grandes aires acondicionados".
Como decía el escritor Jorge Luis Borges en una de sus frases más repetidas por el común de la gente: "no nos une el amor sino el espanto" y debe reconocerse que los guarismos que empiezan a conocerse para los consumos domiciliarios y comerciales provocan bastante temor.