Airbus deja de fabricar su A380 en España y vende instalaciones a una empresa china de aerogeneradores
La planta del consorcio europeo en la bahía de Cádiz ya no hará más aviones porque un grupo inversor chino ha comprado sus instalaciones para crear turbinas eólicas.
Airbus, el holding que diseña, produce y vende aeronaves civiles es el principal fabricante del mundo. La planta ibérica de Puerto Real, donde se elaboraban partes del A380, el avión de pasajeros más grande del mercado, ha cerrado. Fue traspasada a Zhenshi Holding Group.
Airbus generaba en España sus estabilizadores horizontales, el timón de profundidad y la panza del fuselaje de sus unidades. Cuando quedaban terminadas, las enormes estructuras apenas tenían que recorrer cinco kilómetros para llegar hasta el muelle de La Cabezuela, desde donde zarpaban hacia Francia para el ensamblaje final.
La compañía asiática transformará las enormes instalaciones en una constructora de palas de fibra de carbono para molinos de viento.
Con el viento, se repite la historia de las fotovoltaicas
Si Don Quijote viviera en el siglo XXI comprobaría con horror que sus "enemigos" no paran de crecer. El "caballero de la triste figura" podría comprobar cómo los colosos se agigantan cada año y necesitan aspas de dimensiones más y más enormes.
La operación de venta antes narrada no hace más que ratificar que China lidera la energía eólica de los cinco continentes mientras Europa se va quedando atrás. En 2024, ya suministra el 60 % de los aerogeneradores instalados a nivel global. Las cifras, compiladas por el Consejo Mundial de Energía Eólica con sede en Bruselas, muestran el liderazgo de Pekín.
De las 15 principales empresas del sector, diez son de origen chino. En el podio se ubican:
- Goldwind, con el 13 %
- Envision, con una participación del 9 %
- Mingyang Smart Energy, con un 7 %.
La participación general de las empresas europeas cayó del 55% en 2018 al 42% en 2023. El proceso es similar al ocurrido hace pocos años con los paneles solares.
Alemania tenía el know how y un amplio liderazgo, pero decidió importar sus placas fotovoltaicas desde Shangai para abastecerse ya que eran más económicas. Pocos años más tarde, los germanos habían sido ampliamente superados por sus proveedores.
Europa y Estados Unidos tuvieron la delantera en la energía eólica desde 2010 pero desaceleraron sus desarrollos. Las crecientes tensiones geoeconómicas entre EE. UU. y China se hallan motivadas por este tipo de controversias.
Donald Trump y los republicanos critican el "globalismo" de sus rivales demócratas y prometen cerrar las fronteras del país para detener con fuertes aranceles el avance económico de Xi Jinping.
Por su parte, Joe Biden, aunque promueve abiertamente las renovables, está restringiendo la importación de paneles solares chinos. Pronto, haría lo propio con las turbinas eólicas asiáticas.
El cambio de época es muy claro, solo falta saber quién terminará siendo el líder de semejante proceso de transición.