Transforman la soja en productos de alto valor agregado que respetan el medio ambiente
La empresa RUMARA, de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, liderada por Gustavo Miroglio y su hija Catalina, se ha destacado en la generación sustentable de un aceite de soja único en el mundo por sus características ecológicas.
RUMARA una empresa familiar creada en el año 1990 para la producción de trigo, maíz, colza, carinata, arveja y soja.
Catalina Miroglio, apoderada de la firma y especialista en Administración de Empresas, descubrió la versatilidad de la soja y sus más de 300 derivados. Entre estos subproductos se encuentran aplicaciones tan diversas como cápsulas medicinales, las cuales contienen componentes de soja en sus fórmulas. Por ello, en 2023, dieron un salto de calidad y un agregado de valor a la soja: instalaron una fábrica donde producen expeller (residuo de extracción de aceite mediante el proceso de prensado) y aceite verde de soja.
Foto: Gentileza
Actualmente, la empresa se destaca por sus características de sustentabilidad:
RUMARA apuesta por la preservación a través de un aceite de soja que es pionero en el mercado por su método de elaboración que prescinde de químicos y solventes.
Toda la planta de procesamiento está abastecida por energía solar gracias a la instalación de 412 paneles fotovoltaicos que pronto se transformarán en 1500. Las placas aportan la electricidad necesaria para el procesamiento de cientos de toneladas de material orgánico por día.
Paneles solares instalados en los campos de soja. Foto: Gentileza
A partir del grano de la oleaginosa y el posterior prensado se obtiene un 85% de expeller (materia seca) y un 15% de aceite. Una de las cuestiones más significativas radica en que durante el proceso no se recurre a la utilización de agua, un elemento vital que todos quieren preservar.
Tampoco se generan residuos ya que se aprovecha completamente el material utilizando el descarte para la industria alimenticia animal, aportando gran cantidad de proteína que favorece a su desarrollo.
El aceite, además, es apto para la industria de biocombustibles con el fin de hacer cortes que disminuyan año tras año el uso de hidrocarburos.
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En el corto plazo se instalará la maquinaria específica para lograr que el producto final sea apto también para el consumo humano. Se podrá encontrar en góndolas de supermercados y también exportarlo a distintos países.
Una de las mayores obsesiones de los Miroglio es agregar valor a la producción primaria porque eso mejora la rentabilidad de la firma y ayuda a la creación de múltiples fuentes de trabajo en el interior de la Argentina.
A lo largo de más de tres décadas han sorteado todas las trabas y emboscadas imaginables por parte de la complicada economía de la Argentina. Sin embargo, decidieron no bajar nunca los brazos y hoy les llega la recompensa. Gigantes como la República Popular de China demandan esta nueva generación de productos argentinos altamente industrializados y en completa consonancia con el medio ambiente.
