Qué es la "economía azul" y por qué podría reemplazar a la verde
El concepto creado por Gunter Pauli busca aprovechar cada recurso lo más posible.
A esta altura, el concepto de "economía verde" ya es conocido por casi todos. Surgió de quienes hicieron (y hacen) un esfuerzo por mejorar el planeta que heredarán las generaciones futuras: alimentos saludables, comida orgánica, energías renovables y productos biodegradables son algunos de los ejemplos.
Pero hay una realidad: la vida saludable, y con un impacto ambiental reducido, es cara. Mucho más cara. Y además, implica gastos en transporte, impuestos más altos y otros factores que hacen que la vida verde solo sea accesible para unos pocos, y que las empresas de rehúsen a implementarla.
En busca de la opción por un modelo más universal, y que de hecho pueda adoptarse en todo el mundo y para todas las personas, nació el concepto de "economía azul", creado por el economista y emprendedor belga Gunter Pauli en su libro "The blue economy" (2010).
La economía azul es similar a la economía circular: es la que busca aprovechar al máximo cada eslabón de la cadena de cada cosa que se consume, y con mucho foco en lo local. Busca resignificar el concepto de residuo como desecho, y valorarlo como un recurso que puede reutilizarse.
Por ejemplo, para tomar un café a la mañana, una persona solamente aprovecha el 0.2% del café, y lo demás lo desecha. Con ese café podrían cultivarse hongos, y con las sobras alimentar animales, que luego producirán estiércol que se convertirá en biogás. Un círculo con la menor cantidad de desechos posible.
Una vuelta de tuerca más en la búsqueda de la mejor forma de sanar el planeta, mejorar la relación con él y hacer un mundo mejor para los que vendrán.
Un modelo "sin límites"
"El límite que tenemos es un límite impuesto por el nuestro modelo económico de hoy, porque la naturaleza no tiene los mismos límites. Si pensamos que la producción que tenemos que promover es de maíz y de vaca, vamos a tener límites. Pero una zanahoria tiene 700.000 semillas en dos años, pues ahí no hay límites", decía Gunter Pauli en Buenos Aires en 2016.
"Tenemos que redefinir nuestros propios límites y llegar a salir de la caja negra, condicionados, donde estamos. Nuestro sistema industrial, nuestro sistema de investigación se han autoimpuesto límites, y por eso pongo el azul, como el cielo, que no tiene límites".