¿Por qué los bancos están atrasados en sostenibilidad?
El fondo de inversión BlackRock advirtió a la Comisión Europea "el retraso en la sostenibilidad" por parte del sistema financiero. El Director de la Fundación Dinero y Conciencia, a cargo de la expansión de la Banca Ética por Latam, Sebastián Cantuarias, analizó los motivos de la "lentitud" e instó a los bancos a transformar el "qué financio".
El fondo de inversión de Wall Street, BlackRock, emitió un informe donde llama la atención, de forma contundente, a los bancos europeos por su "atraso" en la transición hacia el desarrollo sostenible. Concretamente, el informe dirigido a la Comisión Europea dispara: "Los bancos europeos están demostrando ser lentos para actuar en materia de sostenibilidad y solo tienen una comprensión limitada de su exposición a los riesgos ambientales, sociales y relacionados con la gobernanza (ESG)".
Pese a las señales "verdes" que muestra la banca tradicional en sus redes y en sus reportes, la realidad es que dichos gestos califican más en lo conocido como "greenwashing" (una estrategia de marketing que limpia la imagen de una empresa haciéndola parecer sustentable), que en un verdadero compromiso por transitar de cara al desarrollo sostenible.
Por fuera de los clásicos modelos bancarios, emerge con fuerza la llamada Banca Ética, el primer modelo bancario que deconstruye el corazón de las finanzas y cuestiona los destinos del dinero. En plena expansión por Latinoamérica, el Director Ejecutivo de la Fundación Dinero y Conciencia, a cargo de la coordinación de la expansión de la Banca Ética por Latam, Sebastián Cantuarias, analiza con rigor porqué los inversionistas empiezan a "retar" a los bancos tradicionales por su lenta performance en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
"Estamos transitando un momento de deconstrucción, es decir, de decodificar la economía global, motorizado, indudablemente, por la crisis climática, de paz social y democrática que estamos viviendo", dijo Cantuarias a Carbono News, y agregó: "Hay una consciencia de cambio instalada en la ciudadanía. Por otro lado, los actores políticos están en un proceso de encontrar respuestas a preguntas que tienen que ver con temas tales como regulaciones ESG, o estándares normativos. Lo mismo ocurre con los actores económicos. Sin embargo, el que tiene la mano, la herramienta para hacer del cambio un proceso acelerado, quien tiene capacidad de escalar, es el sistema financiero".
Apelando a la conocida frase "un gran poder, implica una gran responsabilidad", el chileno explica que el sistema financiero tiene hoy la responsabilidad histórica de decirle a sus accionistas en qué dirección van: "si en la del greenwashing o en la de la transformación real". "En este sentido, no hay grises. Las luces de LED en las sucursales o reducir el consumo de LED no es la transformación real, sino que la pregunta central que debe hacerse la banca es ¿qué financio?"
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El informe de Black Rock dirigido a la Comisión Europea, cuenta con más de 243 páginas de análisis e información y advierte entre sus páginas: "A pesar de los mayores esfuerzos de los bancos, este estudio encuentra que el ritmo de implementación para lograr una integración ESG (Environmental, Social and Governance, por sus siglas en inglés) efectiva dentro de la gestión de riesgos, las estrategias comerciales y las políticas de inversión deben acelerarse".
Sobre este mismo, el coordinador Latam de Banca Ética no escatimó en reconocer el "sobrediagnóstico" sobre sostenibilidad: "La industria genera pappers que dicen que hay que cambiar, pero la realidad es que no está cambiando. El inversionista quiere invertir con impacto y no hay donde".
Un nuevo ADN con impacto
La Banca Ética emerge de la mano del conferencista y formador en valores catalán, Joan Melé, y hoy está en pleno proceso de diversificación por América Latina y el Caribe. Hace unas semanas, se inauguró la oficina binacional del Río de la Plata que operará en Buenos Aires y Montevideo conjuntamente.
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Según Cantuarias, "la Banca Ética recibe desde 100 dólares a medio millón de dólares de un amplio espectro de actores: jubilados, abogados, deportistas, empresarios, etc". Y ahí, radica la clave del impacto real que se le demanda, según explica el chileno, a la banca tradicional: "Abrir la industria, expandir la capacidad de innovar"
Mientras BlackRock alerta a los bancos europeos, la Banca Ética lleva financiando 300 proyectos en 48 millones de dólares en 3 áreas económicas y 120 subsectores. "Estamos haciendo mucho foco en actuar sobre la transformación real para atender la crisis humana que estamos atravesando", expresó Cantuarias, quien aclaró: "La gracia de nuestro proyecto no es su volumen sino la capilaridad". En este sentido, se han financiado proyectos de diversos sectores tales como: colegios, cine, sector cultural- espiritual, vivienda social, derechos humanos, productivo, relación con la naturaleza, agro, agua potable, entre otros.
Al mismo tiempo que reforma el qué financio, la Banca Ética sigue consolidando su proceso de expansión en Latam: "Tenemos en desarrollo nuestras oficinas de impacto en Santiago, en el Rio de la Plata. Estamos avanzando en Sao Pablo e incubando capacidades en México y Colombia", cerró Cantuarias, quien adelantó que, en Chile, están próximos a solicitar la licencia bancaria para transformar la capacidad organizacional.